NBA

Los odió y los fichó: enemigos que terminaron jugando para Jordan

10:04 30/05/2020 | No fueron tan pocos, sobre todo de sus detestados Bad Boys de Detroit. A la larga, MJ sabía que necesitaba alguien que hiciera el trabajo sucio.

Edwards, Salley, Rodman, Harper y Parish (Fotos NBA y Getty)

Jordan mordió muchas veces el polvo en sus primeros años en la NBA, principalmente contra Boston Celtics y Detroit Pistons. De distinta manera. Boston tenía mayor talento y calidad, mientras que los Pistons, además de eso, le hacían ver las estrellas con un juego súper agresivo, por momentos sucio. 

Con los años, Jordan se dio cuenta de que necesitaba de algunos de esos jugadores que había odiado como rival y fomentó su llegada a los Bulls, e incluso a Washington. Obviamente el caso más conocido y resonante fue Dennis Rodman, pero no fue el único. 

De hecho, en el Chicago de 1995/96, el primero real para la vuelta de Jordan a los Bulls (en 1995 había retornado en un plantel donde no había tenido incidencia en su armado), además de la fulgurante llegada de Rodman, se dieron dos más de aquellos Bad Boys de Detroit. Y de los que peor lo habían tratado: James Edwards y John Salley.

Ninguno de los dos tuvo una participación demasiado importante, aunque Salley (que llegó en mitad de la temporada desde Toronto), jugó bastante en la serie regular (11 minutos de media) y en los playoffs ingresó en 16 partidos. Edwards, que ya tenía 40 años, casi no participó de la postemporada y se retiró con ese anillo de campeón.

No era Bad Boy, pero sí que lo había defendido duro en Cleveland, por eso en ese 1995/96 Jordan también fomentó el fichaje de Ron Harper, el hombre que, según el propio MJ, era uno de los que mejor lo defendía. Harper terminó convirtiéndose en pieza clave de esos Bulls y luego también en los Lakers campeones de Jackson, Kobe y Shaq.

Al año siguiente solo quedaron Rodman y Harper, pero los Bulls ficharon a otro exrival de los duros de Jordan: Robert Parish. El Jefe también estaba de vuelta y también se retiró campeón gracias a MJ, con 43 años. Eso sí, le puso los puntos claros de entrada. "En un primer momento Jordan me dijo: 'Te voy a patear el culo'. Entonces yo me acerqué un poco más y le contesté: 'No, realmente no lo vas a hacer'. Después de eso no volvió a molestarme", recuerda Parish. Robert les dio casi 10 minutos de calidad en 43 partidos. 

Lo más curioso quizá fue en el año de su retiro con Washington. Si alguien quedó expuesto en The Last Dance, sobre todo en el final, fue Bryon Russell, el jugador de Utah que toda la vida cargará con la imagen tropezando mientras MJ mete el tiro del siglo en el juego 6 de las finales de 1998. Sin embargo, y pese a que Jordan lo destrata bastante en la serie, lo terminó llevando a los Wizards en 2002/03, para su última temporada. Eso sí, a este no pudo regalarle un anillo.

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