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La Liga de China año a año va buscando a su manera avanzar para tratar de ser parte de la élite mundial de competencias FIBA, pero pareciera que en la próxima temporada dará un paso hacia atrás, y no es exactamente por la crisis por el Covid-19, sino por cambios en las reglas que ya anunció el año pasado, pero quizá ahora se vean profundizados. 

La CBA dictaminó en el 2019 que para la temporada 2020/21 cambiaría el esquema de habilitación de fichas extranjeras para cada equipo. Los 20 clubes podrán fichar hasta 4 extranjeros al mismo tiempo, pero solo dos podrán ser parte de la planilla de cada partido y apenas uno estar en cancha. No podrán coincidir nunca. 

De esta manera, se supone que buscan desarrollar más a los jóvenes locales, tapados por una cantidad de extranjeros que venía siendo cada año más numerosa. Pues bien, esa opción ya queda descartada con esta medida, complementada con otra de límite salarial, situado en 36 millones de yuanes (5.2 millones de dólares), con un margen hacia arriba o hacia abajo de 12 millones. O sea, pueden gastar un mínimo de 3.5 millones o un máximo de 6.9 millones de dólares. 

Eso genera imposibilidad en fichar a las máximas figuras de Estados Unidos, las que además tendrán un problema este año para ir a China, por el bloqueo existente que impide entregar visas de trabajo a ciudadanos norteamericanos, como parte de la novela de amor-odio que enfrente a ambos países desde la llegada de Trump al poder en Estados Unidos. 

Si todo se mantiene, será difícil que vayan norteamericanos a la CBA, por lo que unos cuantos jugadores potenciales de ese mercado quedarán disponibles para ser fichados por otras ligas del mundo. Obviamente, no todos los que van a China ganan sueldos millonarios. También existen jugadores más terrenales que no tienen tanta calidad como para ir a Europa, pero sí para bajar a Sudamérica.