Diego Lo Grippo es una de las figuras que ha entregado la Liga Nacional a lo largo de su historia. Gran parte de sus 23 años de carrera los disputó en la élite del básquet argentino, torneo del que se coronó campeón en la temporada 2002/03 y además fue elegido como el Jugador Más Valioso de esas Finales. Ha tenido varios golpes duros en diferentes etapas de su carrera, pero ha sabido lamerse las heridas y resurgir. Su compañerismo y generosidad le han permitido dejar una gran imagen en todas las instituciones que representó, así como también forjar muchas relaciones, tal como se pudo observar en la enorme repercusión que tuvo el anuncio de su retiro, con las consecuentes muestras de afecto. Tras meditar, Lo Grippo cerró una etapa de su vida, pero tiene clara que próximamente se abrirá otra puerta y se ha estado perfeccionando para cuando llegue el momento.
- El tiempo de inactividad te permitió terminar de definirte con respecto al retiro. ¿Cómo fue ese proceso?
. Me decidí después de tomarme un tiempo para pensar y analizar tantos años de carrera. Por un lado, uno tiene un poco de incertidumbre y por el otro mucha alegría, porque logré más cosas de las que me podía imaginar. Todo este tiempo que yo tuve de inactividad, sobre todo en esta temporada, lo utilicé para convencerme de que era la mejor decisión que podía tomar. Fueron 23 años de carrera en los que me ha tocado vivir todo. Pero lo que más rescato es que para mí el básquet fue un estilo de vida y las mayores enseñanzas que me dejó el deporte fueron las relaciones humanas que he forjado a lo largo de mi carrera y que todavía me sigue generando esta pasión por el básquet.
- Ha habido una repercusión muy lindo y muchas muestras de afecto, algo que te lo ganaste absolutamente vos...
. Desde que anuncié mi retiro hasta ahora, he vivido momentos muy emocionantes. Me vinieron muchos recuerdos a la mente y no tengo palabras para tantas muestras de afecto. Me siento sumamente halagado y eso es lo que te deja este largo camino, que creo que es lo más valioso que te puede entregar una carrera como deportista. Haber sido reconocido en los lugares en los que estuve y haber podido aportar los valores que traigo desde mis inicios, así como también transmitirlos, ha sido absolutamente emocionante.
- 23 años de carrera profesional. ¿En qué momento te sentiste más pleno jugando al básquet?
. Tuve diferentes etapas a lo largo de toda mi carrera. Yo siempre valoro mucho lo que me pasó en mis inicios, en mi llegada a Ferro. Fue la transformación de ser un jugador amateur a un profesional. Ahí tuve un golpe duro: una lesión provocada por un accidente automovilístico y esa experiencia me hizo recapacitar un montón y tener una visión diferente a la que traía anteriormente. Ese golpe me provocó estar afuera de las cancha durante más de un año, con una lesión muy dura en el brazo y en la pierna. Yo lo que quería era ser profesional, entonces siempre valoro haber tenido la valentía y la fuerza de voluntad que tuve en esa edad. Eso hace que pueda transmitirle a los más jóvenes que no porque uno tenga alguna piedra en el camino, tiene que dejar de ver el horizonte y el objetivo final. En mi caso se dio más de un año después: volver a retomar la actividad para ser profesional y después tener una carrera tan extensa. Ese creo que fue uno de los momentos que me marcó desde el arranque para haber tenido la carrera que tuve. Después tengo que destacar mi época en Atenas, en donde me tocó salir campeón en la temporada 2002/03 y ser elegido como el mejor jugador del torneo y como goleador. También tuve una época hermosa en Quimsa, en donde forjé amistades e hicimos que el club crezca. La etapa de Europa también fue muy interesante, por el hecho de haber pegado el salto a una de las mejores ligas. Tampoco quiero dejar de lado lo más excepcional: mi participación en la selección nacional en diferentes ocasiones.
- ¿Haber formado parte de diferentes ciclos con la selección es de lo más reconfortante de tu carrera?
. Por su puesto. Imaginate que yo a Pichi Campana lo veía por la televisión y lo tenía como un ídolo… Después, entre 4 o 5 años lo tuve como compañero. Fueron sueños que se fueron realizando uno tras otro que eran impensados. Cuando comencé con la actividad, mi primer sueño era poder llegar a ser profesional y jugar en la Liga Nacional. Una vez que llegué, me fui poniendo objetivos cortos y se fueron dando situaciones totalmente impensadas. En mi caso, el paso por la selección fue mi mayor logro deportivo, pero creo que es algo que todos los deportistas ponen en un lugar especial: representás a tu país y podés vestir la camiseta. En cuanto a la Generación Dorada, tuve participación en ciertas preparaciones, estuve en el torneo de Las Vegas y jugué un Sudamericano… Pude conocerlos a casi todos y crear una relación con varios. Para mí es reconfortante, me enorgullece y me siento un privilegiado.
- La otra vez que hablamos me dijiste que ibas a España a perfeccionarte. Ahora sos entrenador FEB, asistente de Recursos Humanos y vas por más. Imagino que cambios de rol, pero que la idea es seguir ligado al básquet desde otra perspectiva, ¿no?
. Por supuesto, es mi pasión y ojalá que en un futuro no muy lejano pueda volcar en algún club todo lo que tengo y el esfuerzo que hago para seguir capacitándome. En la Argentina la figura de la Dirección Deportiva no está instalada, pero que en un corto plazo tiene que existir. Mis viajes y mi capacitación van por ese lado. Entre julio y agosto voy a terminar un titulación en Dirección Deportiva, la primera que se hace a nivel mundial, en la Universidad Isabel I de Burgos. Lo hice de forma presencial y formé parte de disertaciones de diferentes Directores Deportivos y profesores; ahora viajaré para presentar el trabajo final y para hacer algunos contactos para pensar en ideas a futuro.
- ¿Tu meta es trabajar en el corto plaza acá en Argentina?
. Sí. Había tenido una oportunidad de retornar a Burgos y poder trabajar de algo parecido, pero mi idea es mantenerme en el país, poder seguir ligado a nuestra Liga Nacional y buscar la manera para que nuestro básquet siga creciendo, de una u otra forma. Estructuralmente, seguro que estamos lejos de las grandes ligas de Europa, pero creo que podemos seguir creciendo con lo que tenemos y seguir buscando la manera para mejorar.
- ¿Cómo estás viviendo este momento de Atenas en la temporada y ahora en los playoffs por la Permanencia?
. Es doloroso ver a Atenas en una situación como esta. También era inimaginable que el equipo más ganador e histórico de nuestro básquet tuviera que pasar por este momento. Pero a veces se llega a un lugar que uno no quiere y es ahí cuando hay que intentar salir para retomar el camino que siempre tuvo el club. Yo creo que está encaminado como para poder salvarse, dar vuelta de página y pensar en armar un proyecto serio el año que viene, para poder llevarlo a cabo y que perdure en el tiempo. Se requiere la inmediatez y a veces hay que darle tiempo a todo… Ese tiempo no todo el mundo lo quiere esperar. Atenas es un histórico y seguramente va a resurgir como lo hicieron varios equipos.
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