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Nadie que mire NBA de manera regular puede dudar de las capacidades y del talento de Russell Westbrook. El base de los Houston Rockets es uno de los atletas más imponentes que tiene la liga y cuenta con una amplia cantidad de recursos que, por ejemplo, le han permitido promediar un triple-doble en tres temporadas consecutivas. Sin embargo, muchas veces su estilo frenético le juega en contra. Y los playoffs son una clara muestra de ello.

Anoche, durante la derrota de su equipo ante Los Ángeles Lakers en el segundo partido de la serie de Semifinales de Conferencia, el ex Oklahoma City Thunder cometió siete pérdidas de balón. No es algo casual: a lo largo de su carrera, ha acumulado quince partidos en los que perdió siete o más veces la pelota. Desde 2010, es la segunda cifra más alta para cualquier jugador en la postemporada. El primero en la lista es LeBron James, pero la diferencia radica en que este ha disputado 83 encuentros más que el perimetral.

En esta edición, Westbrook promedia 4,2 pérdidas por enfrentamiento. Sólo lo superan Luka Doncic y el mencionado James, con 5,1 y 5,2 respectivamente. ¿El problema? Ambos están muy por encima del de la franquicia texana en cuanto media de asistencias: 8,7 y 9,6 contra 4,4. El MVP de 2017 pierde un balón por cada asistencia que da y eso se ha tornado perjudicial para su equipo. Mejorar en el cuidado de la bola será una de las claves si quiere aportar en la eliminatoria ante los Lakers.