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La temporada 2003/04 de Lamar Odom fue una de las mejores para el interno en la NBA. Llegó hasta las semifinales de la Conferencia Este representando al Miami Heat, pero especialmente por su rendimiento personal, el cual complementó con muy buenos números: 17.1 puntos, 9.7 rebotes, 4.1 asistencias, 1.1 robos y 0.9 tapas, en 37.5 minutos dentro del campo de juego.

Ese momento le permitió ser considerado por USA Basketball como uno de los 12 jugadores que representarían al país norteamericano en los Juegos Olímpicos de Atenas. Lo soñado por cualquier jugador, pero en el caso de Odom fue un llamdo que lo llenó de preocupación y ansiedad. Sus problemas en cuanto al consumo de drogas, uno de los peores errores para su carrera y su vida, lo hicieron entrar en pánico cuando le dijeron que tenía que pasar un control antidoping para ser oficializado como un miembro del plantel.

Así lo contó el propio Odom en su biografía Darkness to Life (extracto publicado por la revista People): "La alegría de ser nombrado para la lista de doce hombres se convirtió rápidamente en ansiedad cuando los oficiales olímpicos me informaron que tendría que pasar una prueba de drogas antes de unirme oficialmente al equipo. No había absolutamente ninguna manera de que iba a pasar. Había estado fumando marihuana todos los días ese verano. El pánico se estableció en mí. Comencé a buscar penes falsos en Google y estudié diferentes maneras de superar un control antidoping".

Sí, como se lee, el interno utilizó un pene falso para superar el test que era exigido por el COI y la NBA. El cómplice fue su entrenador, quien llenó el reservorio del elemento de trampa con orina libre de drogas. "El oficial de seguridad de la NBA entró en el baño y observó desde poco más de medio metro de distancia. Me baje el cierre de los pantalones y deslice con cuidado el pene falso a través de ese agujero. Para que la orina saliera de la punta, tuve que apretar el eje repetidamente", completó Lamar Odom.