Con 37 años, Odom cuenta que nunca quiso irse de California. "He estado aquí 19 años y no voy a irme a ninguna parte", relata. ¿A qué se debe esto? A que todavía lo persigue su trade de Los Angeles Lakers a Dallas Mavericks de Dallas en 2011, con la temporada ya empezada y a finales de ese año.
Y es posible que así sea, porque después de ser importante en los angelinos en 2009 y 2010, en un equipo con otras estrellas como Kobe Bryant, Pau Gasol y el entrenador Phil Jackson, la realidad es que sus posteriores pasos por Dallas, los Clippers, la Euroliga y New York Knicks estuvieron lejos de aquellas épocas gloriosas con los Lakers.
"Aquel traspaso de los Lakers acabó con mi carrera y mi propósito. Nunca volví a ser el mismo. Estar en Los Angeles, la estructura de la franquicia, la gente que conocí. Dolió dejarlo. Tuve grandes recuerdos con los Lakers, con Kobe y Pau. Fue un tiempo especial en mi vida", explicó Odom.
Odom se mostró dolido con los angelinos por aquel traspaso vetado por la NBA, donde a tres bandas los Lakers iban a conseguir a Chris Paul (nunca se concretó). Sintió que haber sido una pieza importante en los Lakers fue en vano, porque la franquicia lo tomó como objeto de cambio con tal de conseguir otro jugador y eso no lo toleró nunca. Por eso, a pesar de que esa operación se cayó, la estrella, dolida, pidió ser traspasada de todas formas.
"Fui traspasado una temporada después de perder con Dallas en playoffs y de ganar el premio de Sexto Hombre del año para el equipo (por los Lakers). Traspasarme después de ser el Mejor Sexto Hombre del año. ¿Que más tenía que hacer? ¿Por qué?", analiza Odom.
Por otro lado, Odom también dijo que con sus 37 años todavía debería de estar jugando en la NBA. "Pienso en ello todo el tiempo, sobre lo mucho que me había quedado en el tanque. Estaba pasando por algunos problemas, sí, pero salvo lesiones, ¿podría jugar en la NBA hoy? Podría jugar. Debería seguir jugando", sentenció.