Internacional

La segunda revolución del Che

16:41 15/04/2016 | Compartimos la entrevista que hicimos con Néstor García para la revista digital. Charla con el tipo que hizo explotar Venezuela

El Che en pleno festejo por la clasificación olímpica en México; la portada de Básquet Plus
Es extraña la nota, porque nunca le habíamos hecho una para Básquet Plus revista. Son cosas que ocurren sin querer, porque la carrera de Néstor García fue tan amplia, con tanto recorrido, que nunca se dio la situación para que coincidiera algo que nos llevara a tenerlo como protagonista central. Una injusticia. Hasta ahora. 
 
Néstor García, bahiense, 51 años, las ha vivido todas, y en esta extensa nota navegaremos por una trayectoria que comenzó muy joven, con apenas 25 años, dirigiendo a un equipazo de Estudiantes de su Bahía Blanca natal, con nombres que, hoy, asustan: Hernán Montenegro, Juan Espil, Dwayne Bryant... Venía de ser asistente y formarse en Puerto Rico, en Gigantes de Carolina, una experiencia que indudablemente lo marcó. 26 años después, el Che (apodo de aquella primera época caribeña), es un entrenador consagrado que se encuentra en el mejor momento de su carrera, con un par de éxitos descomunales que lo han convertido casi en un Dios en Venezuela. Con la selección ganó el Preolímpico 2015 (con pase directo a Río), algo impensando para la gran mayoría. Y ahora, con Guaros de Lara, obtuvo la Liga de las Américas. De hecho, jamás un mismo entrenador se había quedado con los dos títulos continentales, el de selecciones y el de equipos. Y en Venezuela, que nunca había ganado ninguno de los dos tampoco. 
 
-¿Sos consciente de que hoy sos Dios no?
. Nahhhh, qué Dios, por favor, ¿estás loco? Jeje. Hay mucho respeto, mucho cariño, mucho agradecimiento, y la gente está feliz. Eso es cierto. El básquet les ha dado una alegría, pero no, no me lo creo. Te lo juro.
 
-¿Alguien te pone el freno?
. Primero, después de tantos años de carrera, lo sé yo. Y segundo tengo al lado mío gente que cuando estoy muy loco me calma, cuando estoy muy alto me ponen en el medio...tengo gente que trabaja conmigo que me habla bajito y son referentes para mí.
 
-¿Quiénes son?
. Germán Andrín, Daniel Seoane...
 
- Ahora, para la prensa, para la gente, los jugadores, dirigentes, sos intocable.
. Bueno, no sé. Lo que estoy recibiendo acá es un trato espectacular, como un rey, un cariño increíble. Toda la gente te agradece lo que le dio el básquet, y para mí es al revés, porque el apoyo que hemos tenido nosotros ha sido tremendo por parte de la gente. Y ese cariño te hace dar un poco más. Es un extra. Lo que honestamente, sí, reconozco que donde vaya me tratan de primera.
 
-¿Tenés idea de por qué pasó todo esto?
. Laborablemente hablando, creo que había muchas ganas de hacer proyectos y de buscar competencia y de trabajar al primer nivel, tanto en la Federación de Venezuela como en Guaros de Lara. Tuve mucho apoyo. El presidente de la Federación por un lado y Jorge Hernández por el lado de Guaros. Guaros es la mejor organización en la que he trabajado en mi vida. A eso se sumó una buena camada de jugadores y cuerpos técnicos que me acompañaron de primer nivel. Por el lado personal, creo que esto es un éxito de Dios que yo disfruto. Porque la verdad es que no se pueden lograr tantas cosas...hay algo que te va guiando energéticamente. Ganamos los últimos 3 torneos de FIBA Américas. Jugando contra rivales históricamente ganadores. Es increíble y no creo que sea solo una pelota al aire y vamos a defender. 
 
-¿Y sos capaz de analizar qué tenés que ver vos? ¿O pensás que lo podría haber logrado cualquiera?
. No sé. Uno en esta carrera tiene que estar en el momento justo en el lugar indicado. Yo vengo de muchos años de trabajar en un país donde siempre hemos tenido claro el camino para hacer muchas cosas. Yo puedo haber traído acá las ideas desde Argentina y me alegro que hayan sido bien recepcionadas. Quizá toda la marca que nos ha dejado en Argentina el crecimiento de la Liga, más los éxitos de la selección, los cursos que hemos hecho los entrenadores, la manera de ver el básquet...traté de traer todo eso acá, las que se pueden, y ha habido jugadores que lo han tomado. Eso requiere mucho temple, y por eso respeto tanto a los jugadores venezolanos. Cambiaron una forma histórica de jugar al básquet. Ojo, la de ahora no es mejor ni peor, pero sentíamos que teníamos que cambiar algunas cosas para poder competir a nivel internacional.
 
- Antes de llamarte pensaba en lo que me acabás de decir, y me lo confirmás. ¿Creés que lo tuyo de alguna manera es también un coletazo o consecuencia de lo que logró la Generación Dorada?
. Totalmente. La Generación Dorada marcó un antes y un después en el básquet de nuestro continente. Ellos fueron los que terminaron de darle el espaldarazo al básquet argentino y a los entrenadores, por supuesto. Fueron una fuerte inspiración. Cuando nosotros estábamos jugando el Preolímpico de México, mis jugadores comentaban en los almuerzos la admiración hacia los jugadores argentinos porque justo había salido este documental de ESPN sobre el oro de Atenas 2004. 
 
- Pensar que todo esto empezó de alguna manera con una decisión difícil como fue irte de Boca.
. Bueno, en realidad yo había tomado la selección para el Premundial, a la vuelta tenía que seguir en Boca y ahí Hernández me hace llegar el ofrecimiento por 3 años para Guaros que me encantó. Hablé con la gente de Boca y gracias a ellos que entendieron que era una gran oportunidad para mí, pude venir. Si no, quizá nunca se daba. Y Jorge Hernández me sorprendió desde el primer día. Es un tipo ambicioso, trabajador, soñador, emprendedor. Realmente creeme que me merece el mayor de los respetos como dueño de un equipo deportivo. Impresionante. Lo veo como la persona más emprendedora y soñadora que he visto en mi vida. Es un hombre exitosísimo en todo lo que hace, pero esto del deporte era algo nuevo, y en 3 años ha conseguido cosas maravillosas, desde el estadio, que es increíble, al vestuario que tiene 30 metros de largo, con sala de video, 6 pantallas, una capilla para rezar, sala de reuniones, la kinesiología aparte, baños, sauna. Tengo a Wilkins, que jugó casi 600 partidos en 6 equipos de la NBA que me dice que es un vestuario NBA. Apuesta enormemente por lo logístico desde la gerencia. Me sorprende cada día.
 
-¿Y esto que renueves por 6 años que vendría a significar?
. No sé. Es inimaginable para cualquier en el deporte moderno estar 9 años seguidos en un club. Lo máximo mío fue 5 años en Peñarol. Pero bueno, esto me encantó por la confianza y el compromiso que implica. Es un reconocimiento a la carrera, a la profesión y es un síntoma de estabilidad y una muestra de respeto enorme.
 
-¿Hay algún clic en tu carrera para que esto que te está pasando tenga un significado distinto?
. No sé. Yo siempre la peleé, no sé cuando hubo un clic. Siento que hace bastante tiempo que tengo la suerte de que me toquen buenos equipos. Este año fue mi tercer Final Four con 3 equipos diferentes en la Liga de las Américas. Son muchos años recorriendo. Por ahí no me doy cuenta lo que uno ha andado con esta profesión. 
 
-¿Sentís que necesitabas instalarte en algún lado para construir algo que trascendiera?
. No, la verdad que no. 
 
- Hay veces que me parece que sos el mismo que salió campeón con Peñarol en 1994, pero evidentemente en otras ocasiones queda claro que sos bastante distinto.
. Soy muy distinto. Siento que cuando dirigía a Peñarol sabía un 10% de lo que sé ahora. De básquet y de todo. Fue hace 22 años. Es la vida entera de mi hijo Tomás. O casi la de Macarena. Siento que, comparado, no sabía nada. Ni declarar, ni de manejo. De básquet sí, bueno, porque me gustaba ver, estudiar y analizar, inventar...eso me gustaba y es esencia mía. Pero por ejemplo, jamás en 1994 hubiese defendido el pick and roll de todas las maneras que lo hago ahora. No lo sabía. Después me puedo parecer en cosas de mi manera de ser, mi entrega, pero profesionalmente soy otro entrenador.
 
- A mí me parece, conociéndote de aquella época, que sos otra persona más que otro entrenador.
. Sí, totalmente, lo acabás de definir bárbaro. Pero es normal también. Tengo casi el doble de edad. 
 
- Siempre me pregunto si esa etapa la tenés guardada, si la traés de vez en cuando para ver lo que cambiaste y qué sentimiento tenés hacia eso. Sabés de lo que te hablo.
. Yo toda mi vida la he vivido. Lo que pasa es que siendo un trabajo público, y empezando de tan joven, por ahí parecía que había cosas que no había que hacer, pero yo nunca quise que mi profesión estuviera por encima de lo que creo que tiene que vivir alguien, ¿me explico? Yo estoy muy orgulloso de quién soy y de quién fui. Cometí muchos errores que me han ayudado a ser de otra manera hoy, pero que en su momento me ayudó a crecer. El arrepentimiento es muy bueno. Yo no creo en los que dicen que no se arrepienten de nada. Yo sí, me arrepiento de muchas cosas porque me parece que es una manera de madurar y de hacer una introspección, y cuando uno hace eso a nivel humano, a nivel cabeza, te arrepentís de cosas. Yo me arrepiento de cosas, lo que no quiere decir que las haya hecho a propósito. Hace poco cumplí 50 años y dije ¡guau!, le metí mucha intensidad. Realmente yo, antes de cumplirlos, no sé por qué me maquinaba la cabeza, y al otro día me sentí recontento. Por cómo me siento, los lugares que he estado...la he vivido, y cuando uno vive y la acciona, acierta y comete errores. Pero soy otra persona, que no te quepa ninguna duda. Estoy más entero que todos los de mi camada...jajajaja.
 
- Te voy a dar una teoría mía, a ver si estás de acuerdo. Creo que, sin esos errores, podrías haber sido Dios acá antes.
. No lo sé (piensa). A mí en mi país me demuestran mucho respeto y mucho cariño. ¿Vos querés decir que dí ventaja?
 
- Totalmente.
. Puede ser. Capaz dí ventajas en algunas cosas, pero en otras saqué vueltas eh, jajaja. No lo sé. He estado en buenos equipos en Argentina, donde hay entrenadores de mucho nivel. Yo te agradezco que pienses que dí ventaja, porque quiere decir que me has considerado ahí arriba. Pero no sé, es una buena pregunta. Yo nunca sentí que dí ventajas, porque jamás miré a alguien como menos que yo.
 
- En algún momento me dio la sensación que no te quisiste lo suficiente.
. Muchas veces uno está buscando como uno es. Una cosa es el Che y otra cosa es Néstor, y una cosa va tapando la otra. Me tocó vivir cosas de joven que las manejé como podía. Y es cierto que alguna vez pensé que no me presté mucha atención y que estuve distraido en mí. O quizá estaba pasando por un momento con la cabeza en otro lado. Pero no siento que haya sido mucho tiempo eso. A mí me han querido repetir todos. Hay un mito con el que no coincido. Todos me han vuelto a llamar. No hay uno que no me haya vuelto a llamar. Bueno, sí, hay uno. Todos los demás me quisieron repetir, desde Arabia Saudita, pasando por Venezuela, Uruguay, Boca, Libertad, Peñarol...creo que es como un mito. Boca me llevó 3 veces. En Atenas estuve unos meses y Felo me habló para quedarme. Hay un mito como que como yo me divertía más que el resto...pero todos me quisieron de nuevo...
 
- Nunca se habló mal de vos como persona.
. ¿Y hablaban mal como entrenador?
 
- No.
. Y bueno, vos mismo lo decís. Yo he ganado buenos contratos, y me han querido todos los equipos, por eso creo que es un mito. A mí me han contado cosas que se decían sobre mí que me he largado a reir. Pude estar fuera de eje en algún momento, como cualquier persona, pero si todos me quisieron repetir por algo es. 
 
- Antes te preguntaba sobre los clics que te cambiaron. ¿La muerte de tu viejo fue uno?
. Sí, lo de mi viejo fue uno. El murió en el 2001 y ahí empezó un gran replanteo de mi vida. Sí. A partir de su muerte y de la última charla que tuve con él. Viajé desde Sunchales a Bahía porque el médico me avisó, y desde esa charla en el hospital empezó una transformación adentro mío. Sí, fue lo más significativo que me pasó en la vida. Yo me fui a dirigir a La Rioja, un jueves a la mañana. La charla fue el miércoles, y el viernes se murió. Esa charla fue un antes y un después. Esa es la verdad. 
 
-¿Ahí empezaste un poco más tu acercamiento a Dios?
. No, no. Siempre fui muy creyente. De chiquito me mandaban a la iglesia, siempre recé, siempre creí en Jesucristo, siempre usé cruz...toda mi vida. Muy creyente.
 
- Por ahí se expuso más a partir de ahí. Se dijo que después lo usabas mucho en tus equipos lo de rezar en el vestuario y demás.
. Es una costumbre que tomé afuera. Rezar antes de los partidos lo usan mucho los venezolanos. Y me gustó. Más allá de ser creyente. Ojo que no quiero que se confunda ser creyente con ser religioso. Yo creo en un poder superior, en Dios, y en la figura de Jesucristo. Creo muchísimo en la Divina Pastora. Creeme que ver la procesión acá en Barquisimeto con 4 millones de personas, poder cargar la virgen, que es casi imposible, y que me lo hayan conseguido...poder pedirle un montón de cosas y que me las haya concedido...te juro que es increíble. Soy devoto de esta virgen.
 
- Te vuelvo al momento de irte de Boca, tomar antes la selección, después Guaros. ¿Realmente tenías en la cabeza hacer una revolución?
. No. Venía con ganas de hacer cosas, y sabía que había un talento en Venezuela para sacarle fruto. Lo había visto en el Preolímpico de 2011, cuando fui asistente de Julio, en el Sudamericano de Chaco en el 2012 que ganamos. Me parecía que era un buen momento, pero la verdad es que nunca me imaginé tanto. Estos chicos fueron una esponja, porque han asumido y asimilado cosas con un temple que es increíble. Nunca pensé que esto iba a ser lo que es hoy.
 
-¿Cuándo te pusiste como objetivo cambiarlos?
. Desde que llegué. Nosotros mostramos ya un poquito en el Premundial, donde quedamos afuera del Mundial por un triple de Barea...
 
- ...nos dejabas afuera a nosotros, pero bueno...
. ... ¿sí? ¿seguro? No me acuerdo. Ahí ya mostramos un poco, renovamos un poco la selección y después ya teníamos una forma de jugar. Le pusimos un montón de cosas defensivas, tenemos mucha agresividad, y en ataque jugamos como hay que jugar, pero también tenemos muchas cosas de acá. No hicimos una mutación terrible. Eso es lo bueno. Que mezclamos cosas. Pero nunca pensé que íbamos a llegar a esto. A la imagen que tiene la selección en el país.
 
- Para este momento de Venezuela como país, creo que es más importante todavía lo que le dieron a la gente.
. La gente está muy contenta y muy agradecida. Ha visto un trabajo de equipo.
 
- Y es una de las pocas cosas con las que hoy pueden estar orgullosos. Porque el país está golpeado.
. Bueno, yo vivo mi mundo. Y no me interesa la política. Pero hay un fin de semana largo y no hay un hotel disponible. Los aviones no tienen un pasaje. Querés ir a Margarita dentro de 10 días y no hay pasajes. Anoche fui a cenar y reventaban todos los restaurantes. También pasan otras cosas, pero esto lo veo todos los días eh. Igual reconozco que yo vivo medio en una isla. 
 
-¿Cuando tuviste la idea de cambiarles la forma de jugar, ya tenías claro lo de hacer giras por Europa?
. Sí, desde que firmé con la selección. Nosotros necesitábamos jugar contra equipos que nos dieran paciencia defensiva. Porque a partir de ahí íbamos a tener mayor concentración. Si no teníamos paciencia defensiva, nos iban a anotar rápido. Y darnos cuenta que no podíamos dar el balón rápido. También fue importante jugar contra africanos, por su tamaño. En el 2013, la primera vez que fuimos, no podíamos tirar al aro. La clave estuvo ahí. Para darnos cuenta cómo teníamos que jugar.
 
- Y se comieron concentraciones larguísimas.
. Sí, ochenta y pico de días. Viajando, entrenando, jugando. 
 
- Siempre me pregunté qué habrás dicho y qué te habrá pasado por la cabeza en la charla previa al partido de semis contra Canadá en el Preolímpico, que te termina dando el pase a Río.
. No me acuerdo mucho, pero principalmente que íbamos a jugarle de igual a igual. Siempre. Nosotros ya estábamos entre los cuatro. Teníamos mucho para ganar y poco para perder. Y sabíamos que era una oportunidad histórica. Y tuvimos mucho temple. Jugar 40 minutos contra alguien que en todos los rubros era mejor que nosotros no nos iba a intimidar. Y nosotros jugábamos por la gloria. El concepto que tenemos acá en la selección es jugar por la gloria. Una vez que tenés la gloria, tenés todo lo demás. 
 
- Antes hablaste del 2011, cuando fuiste asistente de Lamas en el Preolímpico. ¿Nunca te hiciste ilusiones con agarrar la selección argentina?
. Y es la selección de mi país, obvio. El chico que empieza a jugar quiere algún día estar en la selección. El entrenador también. Eso le pasa a todo el mundo. Nunca me desesperé, porque creo que si tiene que ser, será. Y siempre fui consciente de los excelentes entrenadores que había acá. Pude estar en dos torneos y en los dos salí campeón, como asistente en ese Preolímpico y como entrenador principal en el Sudamericano 2012. Más no puedo pedir. 
 
-¿Pero tenés el sueño de dirigirla?
. Hay muchas veces que las cosas no dependen de uno, y en este caso hace tres años que estoy en Venezuela y me quieren renovar. Si Dios quiere, algún día, quizá dirija a la selección de mi país. Ya la dirigí en realidad.
 
- Todos los cracks de la Generación Dorada te valoran mucho.
. Es un halago lo que me estás diciendo. He recibido mensajes de ellos cuando salí campeón en México que me han hecho llorar. Y los tengo guardados para el resto de mi vida. Lo que vos me decís es lo más lindo que me podés decir. Que estos tipos me valoren es lo máximo. Los entrenamientos del 2011 fueron el mejor básquet que ví en mi vida. Nunca ví algo así. Impresionante.
 
- Siempre que se habla de la Generación Dorada, queda tapado un tema que es el de los entrenadores. Aunque quizá no sean tan cercanos con Magnano, vos, Sergio (Hernández) y Julio (Lamas), son casi como amigos, o amigos. Es muy particular eso.
. Sí, es muy especial. Empezamos los tres muy jóvenes...la otra vez nos reíamos con Oveja, porque decíamos: nos criamos en la misma ciudad y estamos dirigiendo la final de América, él con Argentina y yo con Venezuela. 
 
- Insólito. 
. Una ciudad que cuando Oveja y yo éramos chicos, Bahía debía tener 200.000 habitantes. Y estábamos dirigiendo la final de América. Increíble.
 
- Imagino que se te va a caer un lagrimón cuando entres con la valijita a la Villa Olímpica. Es el sueño de cualquier deportista.
. Y sí, por supuesto. Vamos a ser claros. Yo viendo ahora el Repechaje, los que están afuera...lo que nosotros hicimos fue una proeza. Cómo no se me va a caer una lágrima de felicidad cuando entre a la Villa. Todavía tienen que pelearse Francia, Serbia, Canadá, Grecia, Turquía...y nosotros estamos adentro.
 
-¿Mentalmente te preparás para disfrutar los Juegos más allá de competir?
. Todo lo que pueda. Siento que para nosotros es el torneo para disfrutar a morir. Si vos viste al equipo en México te diste cuenta que disfrutaban, ¿o no? Este equipo disfruta, se ríen, se dicen cosas entre ellos. Disfrutan. Me imagino que en un torneo como este, nos vamos a dar cuenta lo que hicimos en el desfile inaugural. Ahí va a ser el momento. 
 
- Supongo que vas a llevar la bandera de Venezuela...
. Naaahhhh, tiene que ser un deportista. ¿Cómo voy a ser yo?
 
-¿Ya está definido? Guarda eh.
. No, no está definido. ¿Nosotros vamos a poner a Scola no? 
 
- No se anunció todavía.
. Tiene que ser él. Yo no tengo Twitter, pero ¿vos podés en el tuyo que digo que no hay otro que pueda ser el abanderado de Argentina? Por favor. No hay otro deportista. No merece análisis que no sea Luis.
 
-¿Y qué te pasa ahora, tenés mucho la cabeza en Río?
. Y sí, porque la gente está con la mente en los Juegos. Ha sido el tema la clasificación a los Juegos. Lo traen a la mesa todos en todo momento.
 
-¿Tenés muchas expectativas en lo deportivo?
. Los pies en la tierra, a morir. Tenemos al Dream Team, Australia, dos que vengan del Repechaje que pueden ser dos potencias que estén entre los mejores del mundo. China está décima. Nosotros somos la selección peor preclasificada en el ranking FIBA. Sabemos que va a ser muy difícil, pero...esto es como en el partido aquel contra Canadá. Adentro de la cancha somos cinco contra cinco. Eso ya lo tenemos asumido. 
 
- Igual el resultado no va a cambiar nada. Desde que estás, nunca dejaron de dar lo que tenían para dar.
. No, nunca. Y ya lo experimentamos en la gira por Europa del año pasado. Le jugamos a España de igual a igual, a Rusia de igual a igual. A China. Después puede pasar cualquier cosa. Es muy, pero muy difícil pasar a la segunda ronda. Esa es la verdad. Pero también hemos logrado cosas que parecían imposible.
 
-¿Vas a llevar a Greivis Vasquez?
. Voy a convocar a todos. Nadie está afuera. Después se ganarán su puesto en los entrenamientos. 
 
-¿De reojo también vas a mirar los últimos disparos de Manu, Chapu, Luis y Pablo si van?
. Por supuesto. No sé si serán los últimos, porque es una decisión de ellos, pero verlos va a ser un placer. Me resulta difícil explicar lo que me provoca verlos jugar. Cuando salieron campeones olímpicos, me tocó al poquito tiempo irme a Arabia Saudita. ¿Sabés cómo me hablaban ahí de estos pibes? ¡En Arabia Saudita! Voy a ir a verlos, seguro, y soy fanático de ellos. Esa es la verdad.
 
- Ojalá te vaya bárbaro, y ojalá algún día volvamos a disfrutarte acá.
. Gracias, ojalá. Dios te oiga. 

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Fabián García / [email protected]
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