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No es normal que las primeras elecciones del draft cambien de equipo, al menos no por decisión y deseo del jugador. Y esto es lo que pasó con Steve Francis y Vancouver Grizzlies en la edición de 1999.

El base venía de una gran temporada en la NCAA con Maryland, que también era su ciudad natal. Tan apegado era, que quería jugar en la NBA en algún lugar cerca de allí, pero Vancouver era todo lo contrario.

Y así lo hizo saber desde el primer momento que la franquicia canadiense lo eligió, diciendo que no quería estar ahí y que era “voluntad de dios”. Mucho tiempo después, Francis lo recordó en The Atletic: “Pensé que me iba a encerrar en Chicago o en Charlotte. Ambos equipos, junto con muchos otros equipos, pudieron venir a la Universidad de Maryland para verme”.

Fue tan doloroso, que Antonio Harvey dijo que “la decisión de Steve Francis destruyó la franquicia” que tiempo después se mudaría a Memphis, donde reside hoy en día“. El base, así, fue enviado junto a Tony Massenburg y Don MacLean a Houston en un traspaso a tres bandas que también incluyó a Orlando.

Los Grizzlies recibieron a Antoine Carr, Michael Dickerson, Othella Harrington, Brent Price y una selección de primera ronda de 2003 de Houston (usada para seleccionar a Marcus Banks). Selección de segunda ronda de 2002 de Orlando (usada para seleccionar a Matt Barnes).

Sin embargo, Steve nunca se arrepintió de su decisión, como contó tiempo después: “Se que mucha gente en Vancouver está todavía enojada por pedir mi traspaso. Prácticamente lloré cuando me eligieron los Grizzlies en el número 2. No estaba para ir a la fría Canadá, tan lejos de mi familia, cuando también estaban por salir de allí. Y ni siquiera lo siento”.