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La NBA es un negocio y todos lo terminan aprendiendo tarde o temprano. Entrenadores, jugadores, asistentes y demás se mueven como bienes de una franquicia a otra y la herramienta más frecuente por la que se realiza esto es, en el caso de los segundos mencionados, a través de los traspasos entre diferentes conjuntos. 

Un día podés estar en Milwaukee y el otro en San Antonio. Hacer las valijas, tomar el avión y partir hacia rutas salvajes es moneda corriente en la Liga de Estados Unidos. A lo largo de la historia del certamen muchos argentinos tuvieron la oportunidad de vivir la experiencia yanqui y unos pocos la de ser canjeados.

Walter Herrmann fue uno de ellos y en una entrevista reciente con el portal Málaga Hoy reflexionó acerca de lo que le tocó vivir en ese momento: "Estaba empezando el calentamiento de un partido y me paró el presidente de Charlotte para decirme que me habían traspasado a Detroit. Al día siguiente, a las 9 de la mañana, tenía un vuelo”. 

En seco como un golpe, así fue la noticia, pero están tan acostumbrados que todo es controlado: “Ese día yo tomé el vuelo y no me tuve que preocupar de nada más. Se encargaron de la mudanza, de todo. Me hubiese encantado poder haber seguido jugando teniendo minutos. Si hubiese tenido minutos me quedo hasta que me echen a patadas”, contó entre risas el argentino

En los Bobcats estuvo en la 2006/07 y el 14 de diciembre de ese último año fue traspasado a los Pistons, adonde se quedó hasta 2009. Después se volvió a España y vistió los colores del Baskonia. ¿Su motivo? Clarísimo: "El jugador quiere jugar, estés en la NBA o donde sea”. 

Ignacio Miranda/ [email protected]
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