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De no creer lo que le sucedió a Marcus Smart: en las últimas horas se dio a conocer que no jugó contra los Clippers como consecuencia de que se cortó la mano derecha tras haber golpeado un cuadro. Sí, se cortó la mano por pegarle a un cuadro y lo que es peor es que Brad Stevens no podrá contar con él durante las próximas dos semanas, comenzando esta noche ante los Warriors. Decisión poco inteligente de Marcus.

El base de 23 años, que al finalizar la actual temporada será agente libre restringido, se disculpó recientemente a través de su cuenta oficial de Twitter: "Quiero aprovechar este momento para expresar mis más sinceras disculpas a mis compañeros de equipo, entrenadores y, sobre todo, a los increíbles fanáticos de los Boston Celtics. Estoy avergonzado y decepcionado por mis acciones. Le di un puñetazo a un cuadro colgado en una pared. Siento que les fallé a todos. Prometo que aprenderé de esta situación y volveré mejor que nunca. Los quiero a todos y realmente agradezco todo el apoyo".

En la actual temporada participó de 46 partidos y sus promedios son los siguientes: 10.1 puntos, 4.7 asistencias y 3.5 rebotes, en 30.3 minutos por noche. Pero más allá de las estadísiticas, es importante por todo su aporte y su trabajo sucio, el cual no se contabiliza, pero es totalmente necesario para el equipo.