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¿Qué es ser un líder? ¿Qué necesita alguien para serlo? ¿Se nace o se hace? Las conjeturas son múltiples, las definiciones también. Michael Jordan utilizaba la presión y la humillación, Manu Ginóbili predicaba con el ejemplo y Bill Russell con el respeto.  

Ser algo más que los demás, comprender a todos y marcar presencia. Estar en las buenas, pero asumir responsabilidades en las malas. No es fácil el papel del líder, y no todos pueden usar sus zapatillas.  

¿Es una habilidad innata? ¿Se puede aprender a ser un buen líder? Hay principios comunes, lenguajes universales y actitudes que demuestran ambas vertientes. Junior Cequeira, base de Comunicaciones, se inclina por lo primero. “Líder se nace, no se hace. Es una frase hecha, pero es la verdad. Por el temperamento, la personalidad y el carácter que uno ya trae de nacimiento”, confiesa. 

“Un buen líder también tiene la capacidad de adaptarse a cada grupo, teniendo el conocimiento de las personalidades de cada jugador para saber llegar a cada uno, en pos de lograr la mejor versión del compañero. Además, saber manejarse ante diferentes situaciones, estando en todo momento tirando para adelante, especialmente en las adversidades más que en las victorias”, sigue el armador.  

Por otro lado, Silvio Santander, asistente técnico de la selección de Argentina en el Mundial de China 2019, lo define con algo en concreto: “El liderazgo se produce a partir del conocimiento, es el eje central, debe inspirar bajo una forma de ser genuina, donde algunos vinculan más a la empatía y otros son más distantes, pero llegan al mismo objetivo”.  

“Liderar líderes es el estado completo, ya que habremos desarrollado cualidades a partir de una comunicación eficaz para que el equipo también se auto gestione y nosotros como líderes dejemos el conductivismo y lo transformemos en constructivismo”, procede Santander.  

En la cancha también hay que lograrlo y allí si hay alguien que sabe cómo hacerlo es Pedro Barral, base titular de Obras, quien dice que “un líder es una persona que se compromete y se pone a disposición del equipo generando comunicaciones conectado a las experiencias del momento, planificando y actuando en base a sus ideas y sus formas, tratando de convencer y contagiar”. 

Carlos Duro, asistente en la selección de Chile, es otro de los técnicos con vasta experiencia en el básquet y en los grupos de trabajo. Para él ser un líder tiene que ver con un poder especial. “Liderazgo es la habilidad que tiene una persona para influir en otra. Para mí la primera característica del líder es que el líder “dice y hace”, llevando a sus compañeros o dirigidos a un nivel superior”.  

“El líder trasmite entusiasmo y compromiso x la tarea u objetivo a realizar. Un líder muestra el camino y cuando se cansa deja ser reemplazado x otro para luego retomar esa posición. Hay diferentes clases de líderes, pero lo sos o no. No se puede actuar en querer ser líder”, puntualiza Carlos.  

Maneras y formas de ser un líder hay muchas. Los que saben hacerlo se destacan. Se nace, pero también se hace. Aprendizaje constante, dentro y fuera de la cancha. Ginóbili, Jordan, Scola y compañía son los mejores ejemplos, pero en el básquet, y en la vida, se pueden encontrar diferentes versiones. También todos tienen un punto en común: es una tarea de tiempo completo, sin pausas ni feriados. O lo sos o no. Sin grises. 

Ignacio Miranda/ [email protected]
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