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Hasheem Thabeet es uno de esos jugadores que llenan de luces y esperanzas, pero luego su fama no prospera. La NBA te baja tan rápido como te sube, así es el negocio de la mejor liga de básquet del mundo. El pivote, de 2,21 metros nacido en Tanzania, se inscribió en el Draft de 2009 después de promediar 13.6 puntos, 10.8 rebotes y 4.2 tapones con los UConn Huskies en la NCAA.

Los Memphis Grizzlies lo eligieron en el número dos de aquel Draft 2009, dejando pasar opciones, que más tarde serían estrellas de la NBA, como James Harden, Stephen Curry y DeMar DeRozan. El número uno de aquel año fue Blake Griffin. El pivote Thabeet nunca llegó a demostrar su potencial y dejó la NBA cinco temporadas después con unas medias de 2.2 puntos, 2.7 rebotes y 0.8 tapones en los 224 partidos que jugó con las camisetas de los Grizzlies, Rockets, Trail Blazers y Thunder.

Lo llamativo es que el tanzano reaparece en escena cinco años más tarde: "El tiempo que estuve en la cancha fue muy limitado. Quiero volver, necesito esa oportunidad", declaró el gigante con David Cobb, del Memphis Commercial Appeal. Y agregó: "En los últimos meses y años no he jugado, pero he estado tratando de ponerme al día corriendo y trabajando en mi tiro". Tras su paso por la NBA, recaló en la G-League, en los Grand Rapids Drive. Su última experiencia profesional fue en el Yokohama B-Corsairs de la Liga de Japón dejando algunas buenas sensaciones en una liga de un nivel sumamente inferior.