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El All Star Game de la NBA tiene un atractivo que tiene mucho más que ver con el show que con el básquetbol, y por eso las pruebas del sábado terminan, muchas veces, siendo más interesantes, ya que la competitividad en juegos puntuales hace que se quieran ganar entre ellos. 

Esto corrió para los tres equipos concursantes...bueno, para todos menos para el formado por jugadores que fueron elegidos con el 1 del draft (Banchero, Edwards y Wemby), que fueron un verdadero papelón, sobre todo en la primera prueba, en la que el jugador de Minnesota lanzó todos sus tiros de zurda y no le pegó a nada. 

El torneo era así: tres pruebas (variada la primera, de pases la segunda y de tiro la tercera), con valor de 100 puntos para el ganador, a excepción de la tercera, que daba 200 al ganador, para que todos llegaran con chances justamente a esa última etapa del juego. 

Indiana (el segundo equipo, con Turner, Mathurin y Haliburton) ganó las dos primeras y quedó 200 a 0 del resto, pero los All Stars (Scottie Barnes, Young y Maxey), se llevaron la última y empataron, obligando a un desempate con tiros desde la media cancha, en la que los dos finalistas, no vamos a mentir, fueron un fiasco. 

Los All Stars tiraron primeros y tardaron 58s8 para meterla (Maxey), mientras que Indiana, que arrancó mal, se recompuso con una bomba de, obviamente, Haliburton, en 20s menos, quedándose con el trofeo.