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En uno de los partidos claves pensando en el Súper 4, Obras se juega una carta importante cuando reciba desde las 20 horas a Quilmes, en su estadio.

Los de Poch vienen de una chance que no supieron aprovechar, cuando cayeron el pasado miércoles ante Ferro por 72 a 65, como locales. La victoria verdolaga no hizo más que seguir cerrando una definición de primera fase de la Conferencia Sur, apasionante en sus puestos de arriba.

Además, la derrota ante los de Castiñeira, trajo para Obras un problema que rara vez habían tenido en la temporada: falta de goleo. Los 65 puntos fueron la cifra más baja del certamen y la primera vez que no anotan al menos 80 tantos en su estadio.

La satisfacción para los capitalinos pasó porque después de casi un mes, dejaron a un rival en menos de 84 unidades. Igual no alcanzó. Obras nunca tuvo el juego fluído que lo viene caracterizando en esta 2015/16, sus extranjeros aportaron poco (5-19 de cancha entre ambos) y apenas se destacó lo de Delía, quien si bien venía lejos de un 100% en lo físico tras el paso por la Sudamericana, fue figura con 13 puntos y 12 rebotes.

Más allá de ese paso en falso, está claro que Obras ha sido uno de los mejores equipos de esta primera parte de la Liga. Una de sus principales virtudes pasa por su profundidad, ya que si bien Dennis Horner los lidera con 15,2 puntos y 6,2 rebotes, otros cinco jugadores anotan 9 o más puntos. Y eso no incluye a Basualdo, Barral, Gutiérrez y Tabarez, quienes también son importantes en su función.

El presente de Quilmes es diametralmente opuesto, para un equipo que se esperaba que repitiera lo hecho en la 2014/2015 pero que hasta ahora, ha estado demasiado lejos. 

A esta altura, y teniendo en cuenta que es un factor que afectado a la mayoría de los conjuntos, las lesiones ya no pueden ser consideradas como el principal justificativo para este presente de los marplatenses. La realidad es que Quilmes no encuentra la química de equipo, tiene varios rendimientos individuales bajos y extraña horrores el balance defensivo que les aportaba Ivory Clark.

Luego de vencer a Lanús, el Cervecero volvió a quedar en deuda este miércoles, cayendo ante Boca por 89 a 75. Allí se vieron muchos los defectos que marcan su registro de 2-13: arrestos individuales en ataque, irregularidad y sobre todo, falta de intensidad en la marca.

Volviendo por un segundo a lo físico, hay que marcar que Luca Vildoza es la única baja del equipo para este encuentro, todavía recuperándose de su fractura en el pie. 

Ante su ausencia y las bajas en varios encuentros de Cequeira, el goleo ha quedado en propiedad de Walter Baxley y sus 17,7 puntos. Al equipo le ha costado mucho encontrar una segunda opción, más allá de la buena mano que ha dado desde su llegada Enzo Ruiz (11,7).

En un encuentro entre dos equipos que han levantado mucho su nivel en estas últimas semanas, Ferro y Boca se ven las caras en el Etchart desde las 21 horas.

Ferro es uno de los conjuntos del momento. No sólo por haber ganado cuatro de sus últimos seis juegos, sino por demostrar que el plantel está para más de lo que muchos esperaban en la previa. Y eso que han sufrido bastantes cambios de extranjeros y recién están incorporando a James Maye.

De hecho, el objetivo de los de Castiñeira fue y sigue siendo mantener la categoría, algo que hoy, parece hasta poco. "Nuestro objetivo es salvar la categoría", dice Amicucci. "Los dirigentes, la gente y nosotros sabemos para que estamos. Lo que venga de arriba estará para disfrutar. Miro la tabla para ver a los rivales directos: Boca, Lanús, Quilmes. De mitad de temporada en adelante, veremos a quien miraremos".

La identidad del verdolaga está más clara que la mayoría de los equipos de la competición: ritmo de bajas posesiones, mucha intensidad defensiva, lucha y aprovechar los buenos momentos individuales adelante. No hay primeras opciones. Una noche puede ser figura Gaskins o Maldonado y a la otra, su batallador juego interno, como el miércoles ante Obras.

Después hay rendimientos que valen destacar. Amicucci está teniendo una temporada excelente con 15,3 puntos y 6,1 rebotes de media, mientras que Clemente, Rasio, Maldonado y Gaskins también anotan por encima del doble dígito.

Igualmente el secreto para Ferro, que este viernes tiene como duda a Luciano Tantos (no jugó con Obras por una contractura y será probado previo al partido), es muy claro: defender. En sus triunfos, le permiten al rival 66,8 puntos, mientras que en las caídas les anotan 86,4. En otras palabras, cuando el marcador es bajo, los de Castiñeira tienen muchas chances de salir victoriosos. Cuando no, la historia se complica.

En el caso de Boca, lo cierto es que de a poco se va viendo la mano del entrenador. El Xeneize ha ganado cinco de siete desde finales de octubre y varias de esas victorias llegaron mostrando un buen juego, tanto en lo colectivo como en varios de sus individualidades.

Mientras que en defensa el equipo todavía está buscando su mejor versión, en ataque la mejoría ha sido clara. En esos siete encuentros promedian 86,1 puntos (casi lo que permite Ferro en sus derrotas), con una variedad importante de contribuyentes.

El principal desafío para los de Capelli pasa ahora por mantener ese ritmo, sin su goleador. Rashaun Freeman sufrió una distensión en la rodilla que lo mantendrá afuera durante varias jornadas y su lugar en la alineación titular, al menos el miércoles, fue tomado por el joven Facundo Vallejos (cumplió muy bien ante Quilmes).

Sin los 17 tantos de media de Freeman y con un Manny Atkins que no termina de consolidarse (9,2), es clave la labor del tridente Boccia-Treise-Ramírez Barrios, quienes aportan más de 35 unidades por presentación. Además, Hernández y Gargallo vienen teniendo ingresos fundamentales desde el banco y le dan una profundidad decisiva a la rotación.

Así como la identidad de Ferro está clara, la de Boca también comienza a estarlo, al menos desde algunas de sus intenciones tácticas: aprovechar al máximo la potencia y el buen juego de espaldas de Boccia y Gargallo, ante escoltas más pequeños en el poste bajo. La lógica indica que contra Gaskins, esta intención quedará manifestada y veremos como responde Ferro para detenerla. Baxley y Quilmes, no pudieron hacerlo.

Se viene un partido más que interesante, entre dos equipos que están jugando bien y cuyos estilos muy distintos, le da un interrogante siempre atractivo al desarrollo de la historia.

Este será el segundo choque entre ambos. En el primero, Ferro se impuso en la Bombonerita por 72 a 70 con 16 de Amicucci y 11 del ya cortado Pellot. En Boca no alcanzaron los 17 de Treise.

Con un pasaje al Súper 4 en juego, Gimnasia (si gana clasifica) recibe a San Lorenzo desde las 21:30, en un partido atractivo por donde se lo mire.

En este momento, podríamos decir tranquilmanete que los de Gonzalo García son el equipo más regular, no sólo de la Conferencia, sino del torneo en general. Llegan con seis triunfos consecutivos, sacándose de encima los fantasmas de jugar de visitante y desplegando un ataque tan efectivo como explosivo.

Está claro que con Mainoldi y Sandes, Gimnasia ha terminado de consolidar un repertorio ofensivo como pocos en la competencia. Con ellos sumados a un perímetro repleto de tiradores y con un base creativo como De Los Santos, los patagónicos tienen gol en todas sus posiciones.

"Nos dan bastante todos los refuerzos", nos dice Aguerre. "Tenemos más variantes en ofensiva. Creo que somos un equipo que no dependemos tanto de un jugador en ofensiva, y eso nos hace más peligrosos".

En ese escenario, las principales respuestas que debe dar el actual subcampeón, pasan por la defensa. Tras un arranque con dudas, también han mejorado en ese aspecto: en sus últimos tres encuentros como local, apenas reciben 67 tantos. Si a eso le sumamos su producción en el otro campo, no cuesta entender por qué están donde están.

Otra buena para el verde es que este viernes volverá tras un par de partidos, Diego Cavaco, recuperado de una contractura lumbar. Su presencia es importante para un equipo que ya de por sí no suele usar a más de ocho jugadores.

Por otro lado, justamente para agrandar esa rotación, es que por estas horas han incorporado al escolta U23 Rashawn Rembert. El estadounidense viene de destacarse en la NCAA como un tirador de primer nivel, agregando una nueva opción a un plantel al que le sobra el tiro de tres. Rembert ya está disponible para García y podría tener algunos minutos ante el Ciclón.

Yendo a las estadíticas, el goleador es Schattmann con 16,1 puntos, seguido por los 15,2 de De Los Santos y los 13,6 de Mainoldi. El mejor rebotero es el eterno Clancy con 9,5 mientras que el propio De Los Santos los lidera con 5,1 asistencias.

Pasemos al otro lado. San Lorenzo parecía complicar sus chances de ingresar al Súper 4 tras su caída ante Obras, pero un par de resultados recientes le devolvieron chances. Hoy, con su marca de 11-5 en la primera fase (12-5 general), los de Lamas aparecen segundos en la tabla del Sur.

El problema para el Ciclón, es que mientras su rival de esta noche suma jugadores, ellos los pierden: Fernando Martina no viajó a Comodoro afectado por su desgarro en el abdomen, mientras que Courtney Fells ya no forma parte del club, tras incorporarse al Bologna de la Serie A italiana. En lugar de Fells, llegó Xavier Silas, pero todavía no está a disposición del DT.

Más allá de sus altas y bajas, Fells no deja de ser una ausencia sensible, sobre todo en ofensiva: el norteamericano promediaba 11,4 unidades y con ráfagas, podía sacar de sequías al equipo. Igual está claro que variantes a Lamas no le faltan, con Herrmann (21,4), Mata (12,9), Aguirre (12,5), Lydeka (11,4) y Musso (8,3), entre otros.

Por todo esto, aún cuando en ataque San Lorenzo tiene muchos recursos, se entiende que su mayor apuesta para competir en Gimnasia pasará por lo defensivo y por bajar el ritmo de posesiones. Por localía y profunidad, a Gimnasia le conviene un score alto, mientras que a la visita, todo lo contrario.

En el primer enfrentamiento entre ambos, San Lorenzo se impuso como local por 89 a 84. Marcos Mata fue la gran figura de aquella mañana, con 27 puntos y 5 rebotes, mientras que Schattmann se destacó en Gimnasia con 18 unidades.