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Después del dolor que significó el año pasado haber hecho una gran serie regular y quedar eliminado temprano, terminando abajo de los ocho primeros en la tabla final, era un desafío bien claro para Villagrán y los suyos. Por eso, el tercer puesto de Gimmasia tiene doble lectura. Hicieron un torneo bárbaro pero no pudieron vengar lo de la 2018/19. 

Obviamente, en estos casos, hay que quedarse con lo único comprobable, y es que Gimnasia volvió a estar entre los equipos protagonistas, como en los últimos 9 años, que ha mantenido la visión general de sostener planteles y grupos de trabajo, y demostró que esa manera de hacer las cosas normalmente da buenos resultados. 

Está claro que les hubiese gustado ganar el Súper 20 en casa, pero San Lorenzo fue mucho más en el cruce de semis, y después no tuvo nada más que reprocharse. Disimuló la salida de su figura, Eloy Vargas, y le dio confianza a los nuevos y a los que ya venían en el equipo. Villagrán, de bajo perfil, tiene claro a qué quiere jugar y, sobre todo, hace un trabajo serio, y en base a eso eligió también siempre nacionales y extranjeros serios. 

La verdad es que fue una gran pena la cancelación para ellos porque con Reynaldo García habían potenciado mucho la media cancha y con su magnífica localía (perdieron solo un juego de Liga, más el de San Lorenzo en el Súper 20), podían aspirar a la final del torneo. 

PG: 19
PP: 6
Récord local: 12-1
Récord visitante: 7-5
Entrenador: Martín Villagrán (19-6).
Posición final: 3°
Estadísticas acumuladas del equipo: aquí