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Mientras que algunos de los miembros de la Generación Dorada optaron por la carrera de técnico una vez retirados de la actividad, otros eligieron el camino dirigencial. Tal es el caso de Gabriel Fernández, aunque el suyo tiene asterisco muy importante: luego de haberse retirado y de ponerse al frente del proyecto de Burzaco para el Torneo Federal, el pivote terminó volviendo a las canchas, donde hoy sigue siendo una de las máximas figuras del Torneo Federal, promediando apenas por debajo de los 20 puntos por encuentro.

Más allá de que la 2017/18 se toma como una temporada de transición, en la que la meta principal pasa por mantener la categoría en la tercera división de nuestro básquet, Fernández tiene objetivos ambiciosos a futuro: el proyecto es por cinco años y tiene como horizonte dejar al equipo en la hoy denominada Liga Argentina, además de realizar diferentes obras de infraestructura, las cuales algunas ya se han llevado a cabo. Para conocer más sobre esta historia, hablamos con el protagonista de la misma.

- Para empezar hacenos un resumen del proyecto que estás encabezando en Burzaco.

. Arranqúe un proyecto en octubre del 2017, aunque lo venía preparando de antes. El proyecto arranca con el Federal, aunque antes de eso vino el Prefederal, donde conseguimos el ascenso, con la clasificación jugando en cancha de Obras. Arranco como presidente de la Subcomisión de Básquet y representante del básquet en el club. Después se me lesionan dos jugadores en mi posición y se lesiona también Nicolás Amaya, que hoy ya está jugando. Ahí paso a revisar el mercado y no hay nada. Además a nosotros nos confirmaron 15 días antes que podíamos jugar el torneo, por el tema del piso. Cuando Susbielles nos dio, con muy buena onda, la posibilidad de jugar medio torneo sin el piso flotante, nos pusimos a hacer la obra. En definitiva nos faltaba un pivote y ahí decidí volver a jugar. Ya habíamos ascendido con mis hermanos en el Prefederal y Obras para mi había sido una culminación. Pero meses después, cuando se logra el ascenso, me di cuenta que no podía dejar al equipo así como estaba, porque no íbamos a ganar. Habíamos perdido dos partidos por 30 y empecé a entrenar de vuelta y a jugar.

- ¿En qué etapa del proyecto se encuentran y cuáles son los desafíos de estos primeros pasos?

. Hoy se están buscando sponsors, somos pocos dentro de la disciplina del básquet del club y estamos en una categoría donde realmente se gasta más en cada partido, de lo que se le paga el sueldo a un jugador. Por el streaming y todo eso, los gastos son importantes. Nosotros estamos tratando de mantener la categoría y haciendo todo el esfuerzo. Manejar el básquet de un club, jugar y entrenar todos los días, es un desgaste bastante importante. Además tengo mi trabajo que venía haciendo antes. Esto es un hobby caro y busco llevar al equipo lo más alto posible. Obviamente este va a ser un año de transición, de buscar mantener la categoría y el año que viene, contratando algunos jugadores y manteniendo la base de los chicos del club, ir progresando.

- ¿Tenés ideas a largo plazo para llevar a cabo en el club u hoy estás concentrado en el día a día, sin proyectar demasiado?

. Es un proyecto a cinco años. Esta fue una iniciativa mia. Arranqué un poco con la ayuda del club en el Prefederal, pero cuando las cosas se fueron complicando, el que salió a buscar sponsors fui yo. Fui generando todo el ambiente para que se pueda hacer el piso. Hoy tenemos un piso de primera, ya terminado. Falta solamente plastificarlo. Mañana tenemos un partido clave contra José Hernánez, que pelea la permanencia con nosotros. El torneo está lindo, competitivo, se juega muy fuerte.

- Obviamente tenés mucha experiencia como jugador dentro del básquet e incluso de esta categoría. Como dirigente, ¿te encontraste con lo que imaginabas?

. Lo importante es estar en la categoría y no tanto obtener resultados. Más allá de que en un momento tenés que ganar, porque sino descendés, obviamente. Pero me esperaba lo que estoy encontrando, sabía que es duro salir a buscar sponsors. El básquet no está visto como debería estar visto. Esta es una ciudad donde han salido muchos jugadores de Liga y TNA. Tenés una convocatoria de gente en cada partido que apoya al equipo, pero el club todavía no está acostumbrado a que se juegue en verano. Es como que tenés que hacer un trabajo de cero. Nos acompañaron muchísimo en el Prefederal, pero en el Federal ya es otra cosa. Es un torneo más largo y cuesta más, porque es una temporada difícil y de transición.

- Dentro de ese proyecto a cinco años, ¿hay metas específicas para después de esta temporada de transición?

. Mi objetivo es dejar a Burzaco en el TNA y si puedo seguir en el club de acá a cinco años, seguiré y sino dejaré a un grupo de trabajo organizado, como estoy haciendo ahora. El tema de jugar no es fácil, porque tenés una parte del día que se la dedicás al entrenamiento y otra parte, a hablar con la Comisión Directiva del club, para organizar cosas, proyectar situaciones con las divisiones inferiores a futuro. Estoy haciendo todo lo posible. A veces te da bronca perder algún partido por pocos puntos, porque estoy a tope con la camiseta puesta y con ganas de que esto salga adelante.

- Yendo a la parte del jugador, la realidad es que venís con un rendimiento muy bueno, que teniendo en cuenta lo que contabas del retiro que ya estaba decidido, no deja de generar sensaciones muy positivas. ¿Esperabas este presente? 

. Es durísimo este torneo. Todos los que te juegan se te quieren venir e ir a tope contra vos. A veces es difícil, porque sacás una ventaja física por altura y por peso, y tenés que jugar un poco más suave, porque al momento que ponés todo tu cuerpo, te pitan una falta en ataque. Los árbitros quizá malinterpretan la situación, pensando que uno está embistiendo y en realidad estás solamente usando el cuerpo que tenés. Trato de usar toda mi experiencia y sacar la mayor ventaja posible. La verdad no me esperaba rendir a este nivel, este año. Pensé que iba a estar para dar una ayuda. Pero el equipo precisaba puntos y traté de centrarme también en eso.

- ¿Te sentís respetado en el torneo?

. Mirá, me gustaría sentirme un poquito más respetado. Pero es difícil. El equipo se armó con dos o tres jugadores principales en ofensiva y son a los que van a buscar y defender. Cuando nosotros no tenemos gol, nos toca perder. Entiendo que el rival se queje todo el tiempo porque son muchas las acciones que tomo y los minutos en los que estoy en cancha definiendo. Uno va a la línea y eso genera un partido hablado. Siempre hay alguien que se queja y protesta diciendo que me cobran porque tengo la medalla. Esas cosas han pasado siempre, pero a este nivel se escuchan más, porque hay menos gente y uno saca más ventaja por el cuerpo. En ese sentido pensé que iba a ser diferente. A veces te vas frustrado, porque en definitiva, si te hacen 10 faltas, te tienen que cobrar 8 o 9. No podés irte de un partido y que te hayan pitado 2 faltas, cuando te hicieron 10. Se sufre mucho físicamente.