Flamengo 89 - Estudiantes de Concordia 75
Ya clasificado a la final de la Sudamericana después del triunfo del miércoles ante Olimpia (con el arrastre de haberle ganado un partidazo a Pinheiros en la primera jornada), Estudiantes de Concordia cerró su participación en la primera semifinal del torneo continental con una derrota ante el dueño de casa Flamengo por 89-75. Independientemente de la caída y de ya estar dentro de la definición (el otro que se metió en la final es Pinheiros que le ganó más temprano a Olimpia en el mano a mano), el conjunto entrerriano jugó un partidazo y la peleó hasta el final sin relajarse un segundo.
La figura fue Rigoberto Mendoza con 20 puntos, 6 rebotes y 3 asistencias. El dominicano, la más clara referencia ofensiva del equipo, fue el alma del equipo entrerriano en ataque, escoltado por el muy interesante partido de Leandro Vildoza (6 tantos y 5 asistencias) y sin dejar de lado algunos otros aportes sólidos como los de Mateo Bolívar o Sebastián Uranga.
Hablar simplemente de la derrota de este Estudiantes heroico sería injusto para un equipo que ha superado barreras gigantescas a lo largo de este certamen. Primera experiencia internacional y actuación de lujo, en lo que ha sido una demostración admirable de coraje y garra en cada noche donde se ha presentado, el equipo de Lucas Victoriano finalizó otro cuadrangular en alto nivel. Todavía no conoce su rival en la fase definitiva, algo que se sabrá recién cuando concluya la segunda semifinal a jugarse la próxima semana (en la otra zona con Guaros, Quilmes, Cimarrones y Aguada).
Flamengo, que no había ganado ningún partido hasta hoy y no tenía chances, quería despedirse del torneo con al menos una victoria y por ese motivo arrancó muy enchufado con un gran 26-17. En el segundo cuarto llegó a sacar una máxima de catorce unidades (37-23), sin embargo los entrerrianos empezaron a despertarse tras aquella brecha e impulsaron una interesante reacción que los dejó con un buen sabor de boca al arribar al descanso largo (41-36 abajo). La mano de Mendoza, la intensidad de Vildoza (un león en defensa y asistiendo a sus compañeros) y el buen ingreso de Uranga, fueron importantes para ese aproximo.
El trámite no tardó demasiado en hacerse de posesión por posesión, porque en el inicio del tercer periodo Estudiantes ya se puso abajo por tres (44-41) tras una bomba de Mendoza. Siguió peleándola, y hasta lo empató en 47, aunque el tremendo aporte de Ronald Ramon no permitió que el vuelco se complete. Siempre a la carga, con el muy buen aporte de Uranga, Vildoza, Mendoza y Bolívar (anotó un triple en la agonía del parcial), Estudiantes siguió ensayando esa valiente reacción y se puso a un doble, 61-59 abajo, al ingresar al último periodo.
La embestida siguió y Estudiantes logró pasar al frente por 70-69 restando menos de seis minutos para el final. Parecía que se lo iba a atropellar a través de ese corazón gigantesco, aunque desafortudamente el equipo cayó en un pozo y se secó ofensivamente. Flamengo aprovechó ese desconcierto argentino para sacar una brecha de diez (80-70) a poco más de dos minutos para el cierre, y ese sprint terminó siendo clave porque los intentos entrerrianos ya no alcanzaron con el reloj tan comprometido. Terminó siendo 89-75 para un Flamengo que terminó último en el grupo, en una derrota que no empaña para nada el fantástico torneo que está haciendo Estudiantes.