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España 89 - Australia 88

En un partido que tardó una mitad en tomar ritmo, España superó a Australia por 89 a 88 y se llevó de Río la medalla de bronce. El juego se decidió con dos libres de Sergio Rodríguez, luego de una falta de Mills muy protestada por el bando australiano. Pau Gasol fue la máxima figura del partido con 31 puntos y 11 rebotes, mientras que el propio Mills terminó con 30 unidades.

Los dos equipos empezaron el partido algo trabados y aparentando el desgaste físico del torneo. Las ofensivas no fluían y tampoco se veía gran intensidad en cuanto a la energía. En ese contexto, España marcó las primeras diferencias mediante una situación muy clara: el goleo de sus internos. Tanto Mirotic como Gasol anotaron 8 puntos cada uno y fueron claves para que los de Scariolo se fueran al primer descanso arriba por 23 a 17.

Australia no mostraba una concentración acorde a lo que tenía en juego (su primera medalla olímpica) y daba demasiadas ventajas en defensa, todavía luciendo golpeado por la derrota en semis ante Serbia. La lentitud en las rotaciones australianas dejaban a los hombres grandes españoles libres en el perímetro y desde allí, no perdonaron. En el primer tiempo hubo dos triples de Mirotic, dos de Claver, uno de Gasol y uno de Reyes, para llegar a conseguir una ventaja máxima de 12 puntos (40-38).

Todo parecía estar dándose a gusto de los españoles, pero el equipo de Scariolo no supo cerrar la primera mitad. Un triple de Mills despertó a los de Lemanis, mientras que en el otro costado la ofensiva europea perdió eficacia. Ya con más intensidad, Australia emparejó la historia y con un gran tramo de Andersen, bajó la diferencia a solo dos tantos: 40-38 al entretiempo.

Lo más interesante del encuentro se iba a ver desde el tercer cuarto. Los oceánicos arrancaron muy fuertes y pasaron al frente con una conversión de Dellavedova, pero a partir de ahí, se generó un ida y vuelta de alto vuelo. La temprana salida de Bogut por cinco faltas liberó a Gasol, quien empezó a hacerse indefendible cerca del aro. Igualmente, en el otro costado Mills y Motum (de gran tercer período) mantenían a su equipo a tiro, ingresando a los 10 minutos finales con los europeos adelante por 67-64. Ahora sí ya se notaba que había una medalla en juego.

El cierre del duelo iba a ser con un constante golpe por golpe. Por Australia seguía siendo muy bueno el aporte de Motum, mientras que a España lo sostenía la anotación de Gasol. Con esa paridad llegaron al minuto final, donde dos libres de Andersen dejaron a los suyos al frente por 86 a 85. Sin embargo, Baynes cometió una falta innecesaria sobre Gasol en el otro costado y el catalán no falló desde la línea, a falta de 29 segundos.

Abajo por uno, la pelota llegó a manos del propio Baynes, quien enmendando su error en la posesión anterior, anotó un complicado gancho sobre Gasol, para adelantar a su selección por 88 a 87 con 10 segundos en el reloj. Y allí llegaría la polémica del juego: España apostó por una penetración de Rodríguez y la misma terminó con falta de Mills sobre el base de los 76ers. La decisión arbitral generó protestas en los de Oceanía, ya que si bien es cierto que el hombre de los Spurs estaba en movimiento, el contacto fue mínimo. Chacho no falló desde la línea y estampó lo que sería el 89 a 88 final. Austalia perdió el balón en la última jugada y España se quedó con una sufrida medalla de bronce.