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Ayer publicamos una encuesta con los entrenadores de la Liga, quienes eligieron al mejor jugador nacional del momento. ¿El ganador? Nicolás Aguirre, quien fue elegido por más de la mitad de los técnicos (11 de 19).

Las virtudes que los técnicos destacaron del Penka, pasaron sobre todo por su capacidad de liderazgo, mentalidad ganadora, versatilidad defensiva y conducción en ataque. Sin embargo, si nos remontamos apenas tres años atrás, seguramente hubieran sido muy pocos los que hubieran esperado este presente del actual jugador de San Lorenzo.

La reinvención que ha tenido Aguirre del 2014 en adelante, pocas veces se ha visto en este nivel. Al santiagueño le costó muchísimo encontrar su lugar en el torneo y exceptuando un par de buenos años en Boca, no tuvo rendimientos que hicieran prever su momento actual.

Luego de tres años en Quimsa, arrancó la 2013/14 sin equipo. Y no fue un detalle pasajero: recién en enero del 2014 fichó en Sinista, por un hecho fortuito como fue la lesión de Juan Pablo Cantero. Ninguno de los equipos de la Liga se había interesado en un jugador que a los pocos meses, comenzaría a consolidarse como el más valioso de la competición.

Sus números en aquel paso por Sionista no fueron los mejores. Sin embargo, empezaban a verse las raices de lo que sería su resurgimiento, especialmente ligado a un cambio notorio desde lo físico. Evidentemente, Aguirre había acusado el golpe de no ser tenido en cuenta y había generado un click en su forma de encarar el profesionalismo. Los resultados no tardarían en llegar.

Tras aquel paso corto por Sionista, Aguirre volvió a Quimsa para la 2014/15 y desde ahí, la historia es conocida. Se transformó en el líder de uno de los mejores equipos del último tiempo, se llevó el MVP de la fase regular y coronó un año espectacular con el título ante Gimnasia de Comodoro.

Luego de la consagración, el base decidió continuar su carrera en San Lorenzo, donde no solo no frenó su crecimiento, sino que incluso lo potenció: se consolidó como el mejor conductor del país y fue fundamental para que el Ciclón sume su primer título. En lo personal, el segundo consecutivo. Gloria total e inesperada.

La 2016/17 de Aguirre sigue por ese nuevo camino y el voto de los entrenadores así lo refleja. Aquel jugador que había quedado en el olvido durante el 2013, hoy es la envidia de 19 técnicos y el disfrute de Julio Lamas.

¿Dónde estuvieron los cambios más notorios? Además de lo que ya hablamos de lo físico y sus pasos agigantados desde lo mental, es la confianza que muestra el Penka la que hoy le permite ser el jugador que es. Todos sus porcentajes y promedios han subido considerablemente, mejorando su tiro a distancia y doblando su número de asistencias. Hoy, con la pelota en las manos, dicta el ritmo de juego. Y siempre impone el suyo.

Para cerrar, les dejamos un dato impactante: Aguirre ha ganado los últimos cuatro torneos oficiales que disputó en la Liga Nacional, considerando el Súper 8 del 2014 (Quimsa, MVP), la Liga 2014/15 (Quimsa, MVP de la fase regular), la Liga 2015/16 (San Lorenzo) y el Súper 4 del 2017 (San Lorenzo). ¿Seguirá la racha en esta 2016/17?