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F4 Euroliga

El Madrid aplastó al Fenerbahce y está en la final de Europa

17:37 15/05/2015 | Los locales jugaron una primera mitad fabulosa y eso les sirvió para ganar 96-87 al Fenerbahce. Gran partido de Nocioni. El domingo, final ante Olympiacos.

Chapu tuvo un ingreso bárbaro y contagió entusiasmo. (foto: Juan Carlos Hidalgo / Diario As).

Después de haber visto el final de CSKA-Olympiacos todos juntos en el vestuario, probablemente el Real Madrid salió a la cancha ante el Fenerbahce turco con doble motivación y enseñanza. Por un lado, volver a jugar ante el Olympiacos una final de Euroliga, como en Londres hace dos años, y vengarse. Por el otro, la lección de entender que, primero, tiene que pasar a equipo de Obradovic, para que no le pase lo del CSKA.

La presencia de Obradovic en el banco visitante inquietaba. No solo por sus 8 Euroligas ganadas, sino por haber sido entrenador del Madrid, conocer lo que pasa en el club en estos casos y, además, por haber sido el líder del último Madrid campeón, allá lejos y hace tiempo: 1995.

Los turcos tenían una premisa: cortar el juego rápido del Real, donde nadie puede equipararlo. Y de entrada no pudo, porque Chacho Rodríguez pudo salir velozmente y porque Rudy Fernández entró derecho, pero Fenerbahce no se quedó atrás. 

Con el talentoso Vesely en la pintura, se puso adelante en el tanteador. Entonces Laso mandó a la cancha a Nocioni a los 8 minutos, y el argentino produjo rápido. Un doble en penetración, otro más falta tras gran asistencia de Ayón, devolución para el mexicano con otro pase gol y provocación de una falta en ataque de Bjelica, el MVP al que debía anular.

Nocioni cambió la sensación en la cancha. No fue el único. El otro fue Gustavo Ayón, que se adueñó por completo de la pintura y aprovechó todo lo que fue generando Chacho Rodríguez, que a esta altura el dueño absoluto del juego. 

Fenerbahce no podía para la dinámica del local, que empezó a jugar a sus anchas. Chacho para acá, para allá, rompimiento, descargas y efectividad. Y encima, un KC Rivers que entró con la muñeca híper caliente para clavar sus primeros 4 triples. 

Fue entonces que el partido se quebró. Los locales llegaron a tener una diferencia de 21 puntos en la mitad, tirando 8/14 bombas, más 18 asistencias, más...0 pérdidas. El juego perfecto. El segundo cuarto terminó 55-35 y parecía liquidado.

Más lo pareció cuando otro gran arranque le dio 26 al Madrid, como para demostrar que no estaba dispuesto a relajarse. Lo que vino después estuvo de más, porque los turcos no tuvieron ninguna capacidad de reacción viendo el estado inalterable que mostraban los de Laso.

Aunque por momentos la distancia bajó de 20, el Madrid lo controló. Tuvo un solo momento de zozobra cuando el equipo turco metió un parcial de 10-0 que bajó la diferencia a 16, pero cuando parecía que podía complicarse, un triple de Chacho y un gancho de Ayón pusieron la casa en orden.

Sobre el final, a pesar de los intentos del Fenerbahce, el Real siguió manejando como absoluta tranquilidad el juego y continuó ejerciendo su peso. Si alguien llegaba a mirar el marcador y la cantidad de tiempo restante (81-67 a seis minutos), las posibilidades matemáticas daban lugar a una hipotética remontada, pero dado el gran control del Madrid esa chance estaba muy lejos de suceder.

Al igual que muchos de sus compañeros, Bjelica también entró en un desconcierto notorio y las faltas técnicas, principalmente por la frustración, comenzaron a hacerse presentes en un juego físico. Nocioni tuvo otro momento de lucidez al meter una tremenda gorra a Goudelock, el juego siguió algo picante y en esa nebulosa el cuadro turco amenazó con dar otro susto, pero Llul y un triple apagaron todo incendio a cuatro minutos del cierre (87-72).

El partido no terminó por quebrarse hasta lo último, Fenerbahce intentó llegar a gol pero el Madrid siempre encontró aire en los momentos calientes (a Llull se sumó un rebote clave de Nocioni y varios libres para mantener margen). Los turcos intentaron complicar hasta el suspiro final, pero aún con cierto desorden la victoria para los de Laso terminó siendo de 96-87.

Ahora, en la final, el domingo a las 20 (15 de Argentina), Nocioni y Campazzo tendrán la oportunidad de seguir con su exitoso año debut en el Madrid, luego de ganar la Supercopa y la Copa del Rey. Ellos no cargan con la mochila de algunos de sus compañeros, que además de intentar darle la Euroliga al club tras 20 años (la última fue en 1995), querrán vengar la dolorosa derrota del 2013, ante los griegos, en la final de Londres, cuando Spanoulis se vistió, como casi siempre, de héroe. Tienen a mano la revancha.
 

Andrés Nocioni (Real Madrid): suplente, 12 puntos (3/4 en dobles, 1/3 en triples y 3/5 libres), 6 rebotes, 1 asistencia, 1 tapa, 3 faltas cometidas y 7 recibidas en 26m52s.

Facundo Campazzo (Real Madrid): no ingresó.

 

Fabián García (enviado especial en Madrid, España)
[email protected]
En Twitter: @basquetplus

 

 

 

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