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El apellido Ball ha estado en la boca de muchos este miércoles, al conocerse que LaMelo anotó 92 puntos en un partido de secundaria, una marca que no deja de llamar la atención, más allá de las libertades y peculiaridades del básquet a ese nivel.

Sin embargo, quienes están atentos a las formativas del básquet estadounidense, ya están familiarizados con la familia Ball hace un tiempo. Es que tanto Lamelo, como su hermano mayor Lonzo (un tercer Ball, Liangelo, también se destaca pero otro calibre), son dos de los bases que más futuro parecen tener de cara a su proyección NBA.

De todas formas, los Ball no solo se han hecho famosos por su rendimiento y eficacia, sino por sus características sumamente excéntricas. Lonzo (19 años) es un base de casi 2 metros, de enorme capacidad atlética, con una inventiva y visión de cancha fuera de serie y una mecánica de tiro muy extraña. LaMelo, de solo 15 años, es un tirador excepcional capaz de anotar desde mitad de cancha sin demasiado esfuerzo.

Las comparaciones no tardaron en llegar: Lonzo ya es considerado por algunos como el mejor pasador desde la aparición de Magic Johnson, mientras que las similitudes entre LaMelo y Steph Curry saltan a la vista. Y ellos no le escapan a esas comparaciones, tomando características de esos íconos NBA y sumándolas a su juego.

En el caso de Lonzo, es un hecho que será una de las primeras selecciones del Draft de este año. La duda es si será el uno o el dos, peleando por esa condición con Markelle Fultz. Su impacto en UCLA ha sido inmediato, liderando a la mejor ofensiva del torneo con un promedio de 15,1 puntos, 7,8 asistencias y 5,8 rebotes.

En el caso de LaMelo, quien también ya tiene una beca con UCLA para su futuro, todavía no hay tantas certezas. Pero algo es seguro: hace mucho que un joven no generaba tantas expectativas desde el básquet secundario y su equipo Chino Hills, se ha vuelto un espectáculo que incluso jugadores profesionales no quieren perderse.

Sean con los pases imposibles de Lonzo o los triples kilométricos de LaMelo, la NBA está lista para sumar a un par de hermanos que prometen dejar su marca en la liga. Habrá que esperar un tiempo para verlos juntos, pero todo indica que valdrá la pena.