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San Martin usó una nueva formación, la doble base y Mainoldi nuevamente en el quinteto inicial le imprimió una dosis de buen juego colectivo y un alto nivel de eficiencia en el uso de los sistemas.

En la parte táctica, Sebastián González diseñó una acción de bloqueo entre grandes, para llegar al poste bajo con ventaja con su principal arma en ese sector: Jeremiah Wood.

San Lorenzo utilizó de inicio acciones de bloqueo directo lateral entre Mata y Justiz y también Aguirre pudo dañar atacando la regla defensiva junto a Jústiz. En el primer cuarto se comenzaba a mostrar una tendencia de defensas más permeables y las ofensivas fueron más claras.

La segunda unidad de los dos equipos generaron impacto en el juego. Por el lado de los correntinos, el ingreso de García le imprimió una distinta verticalidad y por el lado del equipo de Gonzalo García hubo una aparición destacada de Selem Safar. La buena utilización de cortinas indirectas, tanto verticales como horizontales generó dificultades y espacios para que San Lorenzo siga siendo amenazante.

En el tercer cuarto, Treise mostró su capacidad de generación tanto en salida de cortinas como en el uso del pick and roll pero lo trascendental del cuarto pasó por la aparición de la fatiga en los dos equipos. Se evidenciaron transiciones defensivas pobres y muchos puntos de contraataque. 

Gabriel Deck aprovechó todo: 1 vs 1, corrió el contraataque, sumó definiendo y también fue actor principal en un sistema donde tuvo que jugar en parejas junto a Justiz para atacar o leer cambios defensivos. 

En la última parte del juego, Mainoldi tuvo muestras de su calidad y eso a San Martin le genera la confianza de tener a uno de sus líderes nuevamente en la lucha, aunque la intensidad de Faggiano y García marcaron un quiebre. Aprovecharon cada balón recuperado y rebotes para dañar en transición y eso comenzó con un parcial de 11-3 en pocos minutos para bajar la persiana del Juego 4.

Nicolás Casalanguida