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Uno de los momentos más destacados que nos dejó el 2016, llegó a fines de marzo, cuando Patricio Garino le puso un broche de oro a su carrera NCAA. En su último partido con George Washington, el alero fue clave para vencer a Valparaiso y consagrarse en el NIT, el segundo torneo de mayor importancia del básquet universitario estadounidense. Tras dejar a los Colonials llegarían meses muy intensos para Pato, con Río 2016, la pretemporada con los Spurs y su actual participación en la D-League.

Coronando un proyecto que se había armado casi exclusivamente para campeonar, San Lorenzo cumplió con las expectativas y jugando unos tremendos playoffs, se quedó con la 2015/16. En la final venció a La Unión, complicado con algunas bajas, por 4-0, con Walter Herrmann como MVP de la serie. Cierre perfecto para una temporada con sus baches, pero que colocó al Ciclón en lo más alto de la Liga Nacional.

Facundo Campazzo tuvo tan buena temporada en Murcia, que el público lo votó como el MVP de la campaña 2015/16. El base la rompió y fue fundamental para clasificar al equipo a sus primeros playoffs históricos, dejando jugadas inolvidables y lujos sensacionales. Hasta se dio el lujo de romperla en los cuartos de final ante su ex equipo, el Real Madrid, y meter en problemas a los de Laso durante buena parte de la serie.

Tras superar la barrera del Murcia en los cuartos, el Real Madrid se encaminó a un nuevo título ACB, con Andrés Nocioni en sus filas. En las semis vencieron al Valencia por 3-1, mientras que repitieron esa cifra en la final, ante el Barcelona. El Chapu también ganó la Copa del Rey en este 2016, llegando a las siete consagraciones desde que se sumó al Madrid, en el 2014.

Uno de los grandes hitos del año, tuvo que ver con la llegada de dos nuevos representantes argentinos a la NBA. Primero fue Nicolás Brussino con los Dallas Mavericks y más tarde, Nicolás Laprovittola con los San Antonio Spurs. En el medio también estuvo la chance de Pato Garino en San Antonio, aunque a diferencia de los otros dos, no terminó en el roster final. Cuando parecía que vendrían años de poca presencia argentina en la mejor liga del mundo, los dos Nicos revitalizaron al básquet nacional.

Si de buenas noticias hablamos, no hay dudas que la historia del 2016 tuvo que ver con el regreso de Carlos Delfino a la actividad. Tras pelearla durante tres años, con siete operaciones incluídas en el pie, el Lancha no solo volvió a las canchas, sino que además la rompió en la preparación para Río y se ganó un lugar entre los 12 que fueron a los Juegos. Gran mérito para alguien que nunca se rindió y aún hoy, sigue persiguiendo su sueño de volver a jugar con normalidad.

Río dejó muchas historias fuertes para el básquet argentino, pero ninguna tan emocionante como aquella tarde ante Brasil. El partido era prácticamente un duelo directo para la clasificación a cuartos y tuvo de todo. En un final apasionante, Andrés Nocioni mandó el juego a suplementario con una bomba en los segundos finales, mientras que en la prórroga, brilló Campazzo para darle el triunfo a los de Hernández. Los de Magnano se quedaron afuera en la primera ronda y aunque Argentina luego perdería sus próximos dos encuentros (España y Estados Unidos), nadie olvidará lo vivido contra los vecinos sudamericanos. El partido del año.

Los Juegos Olímpicos también tuvieron su nota triste, con el retiro de Manu Ginóbili y Andrés Nocioni, luego de la eliminación en cuartos ante Estados Unidos. De todas maneras, tanto el bahiense como el santafesino se despidieron con todos los honores, siendo piezas fundamantales de un equipo que más allá de su posició final, terminó dando más de lo que muchos creían. Hablar de lo que han significado Manu y el Chapu para la selección nos llevaría horas, pero está claro que nunca habrá dos como ellos. Eternos por donde se los mire.

La segunda parte del año también dejó sus momentos históricos, como fue el primer duelo entre un equipo NBA y uno argentino. En Toronto, los Raptors superaron a San Lorenzo por 122 a 105, aunque el resultado fue una anécdota. Los de Lamas se metieron en los libros grandes de nuestro básquet y representaron al país de la mejor manera, en un mercado al que muy pocos elegidos tienen acceso.

La última bomba del 2016 vino de la mano de Pablo Prigioni. Tras ser cortado inesperadamente por los Rockets, el argentino estuvo un par de meses a la expectativa. Primero se habló del Barcelona, pero rápidamente se descartó esa chance. Ya con el fin de año a la vuelta de la esquina, se terminó de resolver su futuro: vuelta al Baskonia, club español en el que es ídolo absoluto. Los vascos, que en este año también dieron la nota fichando a Luca Vildoza, lo recibieron como tal y se ilusionan con volver a pelear por algún título, como en sus años dorados.