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Esta temporada fue sumamente particular para Dwane Case y estuvo signada por los altibajos. En la fase regular, el andar de sus Raptors fue inmejorable, de hecho el récord con el que la finalizaron (59-23) fue el mejor en la historia de la franquicia. Esta fue una de las razones por la que sus colegas lo eligieron como el entrenador del año, pero apenas unos días después se produjo la barrida de los Cavs y la consecuente finalización del contrato.

Casey estuvo poco tiempo desempleado, ya que este lunes el colega Adrian Wojnarowski confirmó que el coach llegó a un acuerdo con Detroit Pistons, ni más ni menos que por las siguientes cinco temporadas. La ciudad motor lo eligió como la cabeza al mando de la reconstrucción de una franquicia que tiene el quinto peor porcentaje de victorias desde la temporada 2009-10 y que no ha ganado un partido de postemporada desde el 2008.

La reconstrucción tendrá como pilar al interno Blake Griffin, expresó Casey: "Tienen un buen equipo, tienen un buen plantel y un propietario muy dinámico en Tom Gores, que está haciendo muchas cosas para la ciudad de Detroit. Le vamos a ayudar a Griffin a expandir su juego, algo muy parecido a lo que se hizo con DeMar DeRozan en Toronto". La prioridad será mantenerlo saludable, debido a los variados antecedentes de lesiones que existen en torno al ex-Clippers.