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Los Raptors enderezaron el rumbo y sumaron un triunfo clave para no descender posiciones en el Este. Durante la noche del martes, Toronto le ganó con sufrimiento a Dallas Mavericks por 103-99 y volvió a situarse en el segundo escalón de la conferencia, detrás del gran líder Cleveland. La victoria de los Raptors fue clave volver al puesto de escolta del Este, más aún teniendo en cuenta la gran racha de un Atlanta que viene levantando durante los últimos encuentros.

Toronto arrancó el partido a toda marcha, con una terrible intensidad en ambos frentes y clavando un parcial de 14-2. La diferencia se estiró con el correr de los minutos, los Mavs llegaron a situarse a cuatro de diferencia (14-10) pero los Raptors se acomodaron y cerraron el primer capítulo con un soberbio 32-16. Lowry, DeRozan y los triples de Ross abrieron esa brecha.

El partido cambió rápidamente en el segundo periodo. Dallas ajustó y arrancó con una furiosa carrera de 11 a 0 para ponerse abajo por tan solo cinco unidades (32-27). Fueron tres minutos fatídicos para Toronto, porque el duelo se emparejó a pesar de que los canadienses se mantuvieron al frente.

De todas formas los de Casey siguieron al frente y llegaron a sacar una nueva diferencia de quince tantos a poco del final del cuarto (47-32). El dominio de Toronto dejó de ser arrasador, los Mavericks mostraron algunas rachas pero tampoco terminaron de destaparse en ataque, razón por la cual el dueño de casa se fue al descanso largo 49-36 arriba.

Toronto pasó a liderar nuevamente por quince unidades en el arranque del complemento (61-46), con el dueto conformado por DeRozan y Lowry pero también con una racha de puntos de Scola. El capitán argentino había hecho una gran primera mitad (7 puntos y 6 rebotes), en el reinicio siguió sumando pero rápidamente se fue a descansar por acumular su cuarta infracción a ocho minutos de terminar el tercer periodo.

En ese momento coincidió un bajón en Toronto con la salida de Luifa. Las ofensivas canadienses siempre se apoyaron en DeRozan y eso hizo que los Raptors se vuelvan previsibles. Es cierto que apoyar sus ataques en la dupla DeRozan-Lowry es algo clásico y habitual, pero cuando se vuelve demasiado evidente y el rival sabe leer ese juego la posibilidad de anularlo se vuelve más sencilla.

Dallas supo contener a Toronto, Nowitzki se hizo muy difícil de frenar en ataque y también se elevó la figura de Matthews. El alemán ya contabilizaba 17 tantos hasta ese momento (11 de ellos durante el tercer periodo), mientras que el texano dañó con algunos tiros abiertos.

La carrera de 21 a 11 a favor de Dallas con un Nowitzki clave desde el perímetro fue letal. Los Mavs terminaron poniéndose en partido y forzando un último parcial que se palpitó como muy reñido: 72-67 para Toronto.

Lowry destrabó un poco la ofensiva local con un triple, pero Dallas respondió un doble de Powell y una nueva bomba de Nowitzki. Los Mavericks se colocaron a una posesión (75-72) y en ese momento reingresó Scola en lugar de Bennett. A partir de ahí Toronto generó un nuevo sprint, con triples claves (DeRozan, Ross y Joseph) para trepar a un más cómodo 90-74 restando menos de seis minutos.

Con ese envión el partido dejó al anfitrión cerca de un cierre productivo, pero apareció una nueva y última reacción de un Dallas endiablado que casi hecha a perder la buena ventaja de los Raptors. La corajeada de los texanos llegó de la mano de dos latinos como Barea y Villanueva, arrimando a la visita a un durísimo 99-97 a 26s del final pero frente a un Toronto que no falló en los momentos decisivos y lo cerró mejor gracias al tridente DeRozan-Lowry-Ross.

. Luis Scola (Toronto Raptors): titular, 15 puntos (4/9 en dobles, 1/2 en triples y 4/6 en libres), 9 rebotes, 1 robo, 2 pérdidas, 1 tapa y 5 faltas personales en 31m44s.