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Básquet Plus con Facu Campazzo, el puto amo de España

19:38 23/06/2019 | Charlamos con el base del Real Madrid, que acaba de consagrarse campeón de la ACB y MVP de las finales. Un cierre de temporada fabuloso desde lo deportivo y personal.

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Facu Campazzo es un chico querible. De entrada. No hay forma de que no sea así. Es pequeño en un deporte de gigantes, atrevido, talentoso, carismático. Lo quieren los chicos, las chicas, los jóvenes, los viejos, las abuelas, los nenes. Es inevitable. Y, con 28 años, Facu vive el mejor momento de su vida, deportiva y personal. Viene de tener 15 días maravillosos, en los que se consagró campeón de la ACB con el Real Madrid, siendo elegido MVP de las finales. Un poco antes en el tiempo, se enteró que iba a ser papá por primera vez junto con su esposa Consuelo. El combo completo. 

Dejamos pasar un par de días para que le bajara la adrenalina, y este domingo charlamos con el cordobés, para ver si 48 horas le habían cambiado las sensaciones. "Pasó un poco la euforia, es verdad, y ahora estoy empezando a disfrutar de la familia y de los amigos. La verdad es que la temporada fue muy larga, 84 partidos si no me equivoco, y llegar hasta el final, con los playoffs, ante el Barcelona en la final, que te demandaba estar al ciento por ciento física y mentalmente. Pero estamos muy contentos, por cómo se dio todo, con el título ACB después de que se nos escapara por poco la Euroliga y la Copa del Rey. Estábamos con muchas ganas de ganar ese título para terminar el año de la mejor manera".

Campazzo tuvo este año un rol preponderante en el equipo. Ya había empezado a cambiar su participación en la temporada pasada, cuando volvió al Madrid tras dos años en Murcia. La gran diferencia era que Sergio Llull recién pudo jugar en el final del torneo tras su grave lesión y Facundo asumió el mando sin ningún tipo de problema. Un año después, nadie duda de que es el alma y líder del equipo, aunque a él le cuesta admitirlo.

"No considero que sea el líder. Tenemos dos líderes que son nuestros capitanes, que son Felipe (Reyes) y Sergio (Llull), y en ellos nos apoyamos muchísimo, porque son grandes líderes. Al mismo tiempo, es un equipo muy solidario, y cada uno que le toca jugar pone su experiencia, su granito de arena, y creo que eso hace más grande al equipo".

Como base, el argentino tuvo un crecimiento notable en este tiempo, pero eso tampoco le genera a Campazzo ningún aire de "jefe": "En lo personal, el ser base hace que uno tenga esa responsabilidad de ser el entrenador adentro de la cancha, y creo que con Sergio (Llull) nos complementamos muy bien en ese sentido, pero no me considero líder en ese aspecto".

Su dominio de las finales fue claro, ante dos de los colegas en el puesto mejor considerados de la ACB y de Europa, como Thomas Heurtel y Kevin Pangos, a los que Facu desniveló en toda la serie final. "Me sentí muy bien en estos playoffs, con mucha confianza. Intentaba ir desde la intensidad, desde la defensa, porque en ataque, en un equipo como el nuestro, no había que tener preocupación. Hay que hacer jugar y yo intenté hacer el trabajo del base, de hacer jugar al equipo".

La próxima paternidad pareció encajar perfecto en un cierre de temporada increíble: "Justo en ese momento de estar con mucha confianza nos enteramos que íbamos a ser padres y obviamente esas cosas influyen, no sé en qué, pero influyen. Te da más fuerza, más energía, más motivación... es otra cosa. Una sensación nueva para los dos y estamos muy contentos por la noticia".

En medio de todo lo que se habla sobre su futuro, Campazzo trata de poner los pies sobre la tierra: "No sé qué puede venir. No lo pienso. Trato de vivir este momento, de ir día a día, disfrutando cada etapa que me está tocando vivir acá, así que en ese sentido no me obsesiono por qué puede venir o si será mejor. Trato de disfrutar cada momento donde estoy. 

Fabián García / [email protected]
En Twitter: @basquetplus

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