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Estados Unidos 98 - Australia 88

Luego de ganar con comodidad sus primeros dos partidos, Estados Unidos tuvo su primer susto de Río 2016 (y uno de los más grandes del 2006 en adelante), frente a un Australia que lo metió en problemas durante buena parte del encuentro. Al final, la mano caliente de Carmelo Anthony (9 triples), terminó siendo determinante para el 98 a 88 final.

El propio Anthony mostró desde el comienzo del juego lo que sería su noche: anotó los primeros 9 puntos de su equipo, en un arranque frenético de parte de ambos. A pesar de las conversiones del jugador de los Knicks, Australia no se achicaba y mostraba su decisión para tomar tiros rápidos y forzar en transición. En ese juego brillaba Patty Mills, mientras que Andrew Bogut se hacía cargo de lo defensivo y de los ataques estacionados, para darle a los suyos una máxima de 8 (25-17).

Sin embargo, los de Lemanis sufrieron particularmente con su rotación temprana. La salida de un par de titulares (incluyendo Bogut, que la estaba rompiendo) sacó de ritmo a los oceánicos, y entre DeAndre Jordan y Draymond Green igualaron la historia. Tras 10 minutos de acción el marcador estaba empatado en 29 por lado.

El arranque del segundo período parecía mostrar el despegue de los norteamericanos, pero lejos de eso, Australia volvió a adueñarse del trámite. Esta vez lo fundamentó con lo defensivo, mientras que en ataque se destacaba la conducción de Dellavedova, además de los puntos de Andersen y Mills. Los australianos no terminaban de salir de un rendimiento soñado y contra todos los pronósticos, cerraron la mitad 54-49 arriba.

La gran pregunta pasaba por ver si los dirigidos por Lemanis lograban mantener el partido perfecto que venían haciendo y en un principio, la respuesta fue altamente negativa. Estados Unidos salió hecho una furia de los vestuarios y con un rápido 9-0, se puso 4 arriba. ¿Llegó finalmente el quiebre? No, Australia supo contener el huracán y llevó el partido nuevamente a la paridad, cerrando con una diferencia en su contra de apenas tres: 70-67.

Como casi todo el partido, el último cuarto fue un tiroteo. Carmelo lo abrió con una ráfaga de triples para adelantar a los suyos, pero rápidamente contestó Mills para volver a poner interrogantes arriba de la mesa. La enorme resistencia australiana por fin iba a encontrar su final en los últimos cinco minutos: los triples de Anthony e Irving terminaron siendo demasiado para contrarrestar y los NBA se llevaron la victoria por 98 a 88. Igualmente, a diferencia de los últimos años, esta vez ganaron simplemente por un par de individualidades y no por una superioridad colectiva. ¿Significará algo esto de cara al resto del torneo?

Anthony fue el máximo anotador del partido con 31 puntos, mientras que en el ganador lo siguió Irving con 19. En Australia, que veremos cómo lleva el enorme esfuerzo físico realizado en este desafío, el mejor fue Mills con 30 unidades.