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Atenas 77 - Instituto 59

Atenas se quedó con un clásico vital y sigue despegando / Básquet Plus

La nueva entrega del clásico cordobés quedó en manos de Atenas. El Griego volvió a tomar un nuevo impulso y sumó una victoria clave en su lucha por salir del fondo de la tabla del Norte después de ganar el cruce provincial ante Instituto por 77-59. Exito vital para Atenas, que de a poco se asoma y se esperanza con un horizonte más tranquilo.

El equipo de Carlos Romano tuvo una primera mitad muy errática, pero se destapó en el tercer cuarto y desde allí labró un triunfo indiscutible. Para Instituto el golpe fue durísimo, no solo porque cayó ante un rival directo sino también porque no mostró ideas para combatir, perdiendo su cuarto partido al hilo.

Varios actores fueron claves para esta aliviadora victoria de Atenas. Gabriel Mikulas fue la figura con 19 puntos y 8 rebotes, aunque hubo otros puntos muy altos como Bruno Lábaque (15 puntos y 6 asistencias) y Diego Lo Grippo (13 tantos). Instituto tuvo al goleador de la noche, Hakeem Rollins con 21 puntos, aunque los de Alta Córdoba no tuvieron claridad y les pesó el haberse pinchado en el complemento.

El duelo arrancó muy parejo, con bajo goleo y sin ninguno de los dos sacando grandes diferencias. Atenas inició levemente un poco mejor (6-2), pero a pesar de que Instituto tuvo un arranque muy pobre (solo dos puntos en cuatro minutos) lo cierto es que la Gloria llegó a ponerse al frente sin jugar muy bien: triple de Byró, más llegadas de Cowan y Rollins para pasar a ganarlo 9-6.

Atenas se estancó, porque no solamente perdió peso ofensivo sino que también cometió faltas en ataque que le quitaron posibilidades. No obstante, sobre el ocaso del parcial mejoró un poco con puntos de Mikulas. Del otro lado Instituto no brilló, pero estuvo más oportuno en distintos pasajes y por eso se llevó el primer capítulo: 15-12 en un inicio parejo pero ganado con un rendimiento evolutivo.

El segundo parcial arrancó con Mansilla castigando desde el perímetro, ampliando a seis unidades (18-12) la ventaja de la Gloria. Los de Alta Córdoba tuvieron momentos muy buenos en sus nacionales, parecían hacer negocio poco a poco pero tampoco tomaron distancias considerables. De hecho, la máxima de los de Seigorman llegó a ser de ocho (24-16) tras triple de Giddens.

Sin embargo, como decíamos, el partido nunca se quebró y Atenas siempre tuvo vida a pesar de su errática noche. No metió triples, siguió muy errático de cancha pero de todas formas le alcanzó para mantenerse al acecho porque Instituto también tuvo varios errores. Con el score muy bajo, Atenas se acercó de a ráfagas y la sacó barata a pesar de sus incorrecciones: 30-29 abajo para el dueño de casa.

Instituto se despegó una vez más en el reinicio, adelantándose 37-30 de la mano de Cowan, Rollins y Bruna. Sin embargo el Griego se levantó rápido, siempre con la visión y experiencia de Mikulas (de lo más rendidor hasta ese momento) y encajando oportunamente su primer triple de la noche vía Lo Grippo.

Cuando Atenas acertó desde perímetro el partido cambió, porque los de Romano mejoraron su fluidez ofensiva y con dos nuevos bombazos por parte de González y Lábaque empató la historia en 43. Lábaque fue otro de los que se encendió en ese momento tan picante, Mikulas siguió haciendo un aporte valiosísimo y detrás aparecieron otros actores de mucha entrega como Lo Grippo y el Chuzito. ¿El resultado? Parcial de 10 a 2 a favor del Griego y ventaja de 53-45 al cerrar el tercer capítulo.

Aquel pasaje de Atenas, inspirado y cada vez con más confianza, generó un quiebre decisivo. A partir de ese momento todos los jugadores del Griego se fueron animando a más e Instituto quedó desorbitado. La diferencia fue notoria, porque mientras Atenas comenzó a abrir mucho más la brecha de tantos del otro lado la Gloria solamente anotó un triple en más de cinco minutos (por parte de Byró).

Torres también tuvo su momento debajo del aro, abastecido por un Lábaque dueño del termómetro del juego y con el mismo protagonismo en jugadores vitales como Mikulas y Lo Grippo. La brecha pasó a ser de diecinueve unidades (69-50) a menos de cuatro minutos, terminando de sentenciar el juego ante un Instituto que no había reaccionado ni que tampoco exhibió síntomas de una posible remontada.

Nada cambió en el cierre, Atenas llegó a sacar veintiún unidades de brecha (73-52) a menos de tres minutos y a partir de ahí bajó un poco su intensidad. El trámite ya no sufrió demasiadas variaciones, el Griego reguló un poco pero siempre cuidando su diferencia pensando a futuro. Misión cumplida para Atenas, que ganó por 18 unidades (misma diferencia en el clásico de ida) y un cómodo 77-59 que lo invita a soñar con un mejor futuro.

Lucas Leiva / [email protected]

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