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Colombia 69 - Argentina 97

Argentina cerró la fase de grupos venciendo a Colombia por 97-69 en un partido donde a pesar de no jugar bien logró llevarse un duelo sin tantos sobresaltos. Aunque cierto control de la historia, el seleccionado nacional dejó una deuda importante a trabajar en el aspecto defensivo ya que su rival lo desencajó desde el físico y le tomó una llamativa cantidad de rebotes ofensivos (18). Argentina se llevó su zona, se clasificó a semifinales y espera por su próximo rival.

Nicolás Romano (20 puntos y 6 rebotes) y Leonardo Mainoldi (15 unidades, 5 rebotes y 7 asistencias) fueron los dos máximos valores del equipo conducido por Nicolás Casalánguida. Si bien hay que mencionar que la falencia estuvo en el sector defensivo, también se debe valorar muy buena efectividad que tuvo el seleccionado nacional, la gran clave para llevarse el triunfo y sostener un buen colchón de diferencia ante los colombianos (34/58 de campo, con un altísimo 17/26 en triples).

Argentina arrancó el duelo con un cambio más, con una cuota más de intensidad que la de su rival y apoyado en un par de buenas acciones que le dieron aire. Rápidamente empezó a escaparse, con un par de tiros de tres puntos y un brillante trabajo de Deck en ambos costados. Arrancó con un positivo 12 a 3, aunque Colombia emparejó porque empezó a pelear más sus ofensivas, ganó rebotes, tuvo acierto desde el perímetro (3/6 en triples) y así se aproximó a una posesión (12-9).

El seleccionado cafetero se animó y la peleó. Jackson fue la bandera de ese empuje ofensivo, aunque Argentina terminó llevándose el primer parcial por 22-19. Independientemente de la labor de Deck, otro buen desempeño a destacar estuvo en Mainoldi. De todas formas, la deuda que dejó el capítulo inicial estuvo en el sector defensivo porque Colombia robó mucho en el tablero.

Argentina mejoró un poco más en el siguiente episodio. Los triples de Schattmann y un par de buenas acciones de Saiz impulsaron a un equipo nacional que llegó a sacar diecisiete unidades de distancia (39-22). Romano también tuvo un parcial rendidor, aunque Colombia volvió a ser mucho más certero en el cierre del segmento y con una interesante carrera de la dupla Caicedo-Ibarguen entró al descanso largo ajustando la brecha una vez más: 42-34 y diferencia de ocho unidades.

La distancia se mantuvo en el reinicio de las acciones, no solo desde la continuidad ofensiva que expuso Argentina sino también desde su acierto desde los triples, con más movimiento de balón pero con baches y sobre todo desatenciones defensivas que se pagaron caras. Deck, Mainoldi y Brussino impulsaron a la albiceleste en los minutos iniciales, pero de todas formas combatir contra la impronta física de Colombia no fue nada sencillo.

El seleccionado cafetero sacó diferencias en el rebote ofensivo, ahí se generó más chances y con eso le alcanzó para mantenerse en juego. Es cierto que hubo algunos puntos a destacar en Argentina como Mainoldi o Delía y que gracias a esos aspectos cerró el tercer periodo con ventaja de trece (67-54), pero de todas formas el juego nacional quedó en deuda ante el empuje y la garra de unos colombianos que no dudaron en ir a buscar el partido.

Poco cambió en el cierre, porque aunque Argentina se desordenó defensivamente y entró mucho en el juego de Colombia, lo cierto es que mantuvo una buena distancia que le permitió encaminarse poco a poco a su victoria. En ataque oportunamente siempre aprovechó sus momentos, tuvo altísima efectividad de cancha y un intenso último periodo de Romano sirvió para terminar de catapultar la diferencia: 89-69 a menos de dos minutos.

Poco hubo para hacer en el tiempo restante, Argentina se soltó más jugando con el tiempo a su favor y apagó las últimas intenciones de Colombia. La victoria final fue de 97-69, permitiendo que el seleccionado nacional finalice el grupo con una nueva victoria y quede a la espera de su próximo rival en el cruce de semifinales de mañana.

Lucas Leiva / [email protected]

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