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9 de Julio consiguió la gloria máxima y se adjudicó el segundo boleto rumbo a la Liga Nacional. El equipo de Río Tercero venció a Villa Angela por 97-89, cerró su serie de semis del TNA por 3-2 y de esta forma alcanzó el objetivo máximo de la temporada. Gastón Luchino tuvo una noche intratable, anotó 30 puntos y fue el gran protagonista de una jornada que quedará en el recuerdo de los riotercerenses. Nueve vuelve a la Liga Nacional después de una campaña de gran dominio en el TNA, recordando que su último paso por la máxima categoría fue en la 2012/13.

Picante, a puro triples y con una intensidad fantástica. Así transcurrieron los primeros minutos de un encuentro donde ambos equipos demostraron con absoluta claridad que iban a apostar todo en el juego. Cantarutti y Luchino le dieron alas a 9 de Julio desde el perímetro con un buen arsenal de triples, mientras que Villa Angela depositó su confianza en las manos de Martín Gandoy y el poderío interno del foráneo Carter.

Gracias al aporte del más joven de los Gandoy la visita logró sostenerse y se mantuvo al acecho, pero el Patriota utilizó su muy buena tarea en defensa para secar a su rival y empezar a despegarse de la mano de Luchino. El base fue vital en el primer despegue del equipo cordobés, el dueño de casa pasó a sacar una renta de ocho unidades (19-11) y eso le dio una mayor tranquilidad para concluir el segmento inicial con ventaja de 22-16. Mientras los de Río Tercero se lucieron con lanzamientos externos, los chaqueños buscaron hacer peso en el juego interior.

Los dirigidos por Fernández estiraron su dominio en la continuidad del segundo cuarto. Con un trabajo interesante en ambos aros defendiendo en el poste bajo a Carter y contestando con una sobria efectividad en ataque, 9 de Julio se mantuvo en una buena sintonía y llegó a sacar diez unidades de distancia (26-16). El local se lució ante una visita con muy pocas ideas para atacar enclaustrado en las pocas variantes (los hermanos de Gandoy y Carter parecieron ser sus únicas vías de gol).

Los chaqueños tomaron un impulso interesante tras un tiempo muerto pedido por Lobera, la inefectividad se trasladó al conjunto local y Villa Angela empezó a arrimarse en el score peligrosamente. Un sobrio parcial de 6-0 dejó al equipo huésped abajo por tan solo cinco tantos (29-24), sin embargo el Patriota consiguió destrabar su ataque y terminó yéndose al descanso largo con muchísimo más aire: 42-33. Los de Río Tercero supieron levantarse de su sequía, Cantarutti se complementó bien a la tarea de Luchino y la diferencia se hizo más holgada.

En el reinicio de las acciones se pudo ver a los cordobeses muchísimo más suelto. Si bien 9 de Julio logró un pequeño pero importante dominio en los primeros veinte minutos, el equipo riotercerense desplegó un básquet de mayor peso de la mano de un intratable Luchino. Como durante toda la noche, el armador siguió cargándose el equipo al hombro y con un triple sentenció una renta de quince unidades (50-35). El empuje extra de su gente, más el desconcierto en la vereda rival, permitió que 9 se dispare en el marcador y empiece a perfilarse de otra forma.

Desde el público fue notoria la sensación de que el objetivo estaba cada vez más cerca, el festejo por cada conversión del equipo cordobés se sintió en todo el estadio pero todavía nada estaba dicho. Y Villa Angela lo entendió, porque a pesar de que el momento anímico venía siendo del dueño de casa supo levantarse contra esa adversidad y expuso un papel dignísimo. Martín Gandoy se adueñó de la bandera ofensiva y en defensa el equipo ejerció una fuerte presión. Con todo ese empuje ante un ambiente que se le había presentado muy en contra, los chaqueños cerraron amenazantes el tercer periodo acortando la brecha a once tantos (65-54).

La rotación de 9 de Julio terminó siendo clave en el último periodo ya que los ingresos de pibes como Corzo le dieron un tremendo plus defensivo al equipo. Junto al alero siguieron apareciendo buenos réditos en las manos de Cantarutti y Reinaudi, las variantes del Patriota se hicieron importantes ante unos chaqueños que siguieron apoyándose en la amplia pero solitaria capacidad de los hermanos Gandoy y así llegó a sacar once tantos a menos de ocho minutos para el final: 71-60.

El cierre fue frenético, independientemente de la buena ventaja que supieron sostener los cordobeses siempre apareció el poder de recuperación de Villa Angela, lo que obligó a no descartar nada hasta último momento. Cada jugada pasó a ser clave, por el lado de 9 para sostener la diferencia, mientras que por el lado de La Villa para concretar la remontada. Allí, al igual que durante toda la noche, Luchino siguió haciéndose presente con su mano de seda y consiguió sostener al cuadro local. El Patriota llegó a dispararse a 81-67 restando cinco minutos.

El momento de los líderes fue justamente en el cierre, con Villa Angela apoyándose en los Gandoy y llegando a forzar un cierre apretado sobre el minuto final. Los de Lobera se colocaron abajo por solo diez unidades (86-76 a 2m5s), Avalle y los Gandoy tomaron la posta del equipo chaqueño pero en el anfitrión Luchino siguió en estado fantástico y no falló. Así, después de un doble de Reinaudi que terminó de sentenciar la historia por 97-89, el partido llegó a su fin y se desató el festejo en Río Tercero.

Planilla del partido.

Lucas Leiva / [email protected]

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