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Néstor García hace algunos días tomó una decisión: dejar de esperar al Estudiantes de Madrid y aceptar el ofrecimiento de San Lorenzo de Almagro. Quería volver a la ACB, pero los madrileños no toman todavía la decisión de cortar al serbio Aleksandar Dzikic (el Che era la primera prioridad si cortaban), con lo cual San Lorenzo se convirtió en una magnífica opción. Y la tomó. ¿Qué se encontrará aquí?

Primero, un equipo con la autoestima más baja que en temporadas anteriores, con jugadores incómodos en su rol, con una química interna que no ha funcionado bien en estos 4 meses de trabajo y, sobre todo, con una enorme cantidad de compromisos importantes, sobre todo en los primeros 30 días. Veamos. 

Mañana martes debuta contra Boca Juniors, detalle no menor, porque son dos clubes futboleros, García dirigió a Boca y es un clásico. Pero no es lo más importante, obvio. Después del martes tendrá un partido más de Liga el jueves contra otro club de fútbol (Ferro) y ahí tendrá un largo parate en la competencia local, hasta el 29, para enfocarse en la Champions League Américas, primer gran desafío, donde jugará los cuartos de final desde el martes 14 contra Franca, primero en Brasil y 18 y 20 en Buenos Aires, si es necesario un tercer partido. San Lorenzo es potencialmente más, pero es un cruce duro. Complicado. Si pasa, lo espera el ganador de Quimsa-Mogi en semifinales

Después de eso, se irá a Comodoro Rivadavia para su primera definición: el Súper 20. Jugará en semis contra el local. Otra cita complicada. San Lorenzo nunca pudo ganar el Súper 20, por lo que lo buscará especialmente, sobre todo el Che, siendo el primero de sus cuatro títulos en juego. De ahí, volverá a la Liga, para jugar el 29 de enero en Junín, el 31 en Sunchales y unos días después partir para el gran objetivo del año: la Copa Intercontinental en Tenerife, España, del 7 al 9 de febrero. Todavía no sabe cuál de los otros 3 equipos será su rival en semis (el local Iberostar Tenerife, Virtus Bologna o Rio Grande Valley Vipers de la G-League), pero seguramente será uno de los dos primeros, o sea, los más difíciles. 

Resumiendo, en 30 días tendrá 4 partidos de Liga, 2 o 3 de Champions, 2 de Súper 20 y 2 de la Intercontinental. Un mínimo de 10 y un máximo de 11 juegos, con un viaje a Brasil, uno a Comodoro, uno a Junín, otro a Sunchales y uno a España. Un enorme trajín, pocos entrenamientos, mucho para tocar (o poco, quién sabe) y varios desafíos simultáneos. Justo lo que más le gusta al Che.