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En los últimos años se dio un éxodo masivo de jugadores argentinos al extranjero, principalmente a Europa pero a edades tempranas, jóvenes que están en pleno crecimiento, en pleno desarrollo, buscando una mejor formación, mayor competencia y mejores condiciones de entrenamiento. En las Selecciones Argentinas de categorías formativas cada vez son más los jugadores que provienen del básquet europeo.

Uno de los últimos en partir al Viejo Continente es Iván Prato. Una de las últimas joyas que salieron del básquet argentino. El joven oriundo de Villa María, luego de jugar en Unión Central y conducir a su equipo al título nacional con destacadas actuaciones, el interno fue citado a la Selección Argentina y generó revuelo. Su talla, su forma de jugar, fueron sorprendentes y con algunas volcadas espectaculares, rápidamente su nombre se asoció con adjetivos calificativos muy buenos.

Pese a que continuó unos meses más en el país, todo hacia suponer que su futuro cercano estaría muy lejos de Argentina. Fue el mismísimo Luis Scola quien posó sus ojos en él y decidió reclutarlo en el Varese de Italia, club del cual es propietario. Prato fue compañero de Tomás, hijo del excapitán del representativo nacional.

Previo al inicio de la concentración de la preselección argentina U17, dialogamos con Prato para conocer cómo fue su adaptación al básquet italiano, sus sueños, sus objetivos, su protagonismo dentro del seleccionado argentino y más.

Antes de comenzar la entrevista, Iván nos contó cómo era su descendencia italiana y comentó: "El abuelo de mi abuela es italiano, así que hace poco me salió la ciudadanía y también el pasaporte”. Le preguntamos por la posibilidad de jugar para la selección italiana, cláusula que te solicitan para firmar el contrato de la ciudadanía, Iván expresó: “Si, me preguntaron, estaba la posibilidad, me hicieron elegir, pero no, les dije que no. Yo quiero jugar para Argentina".

-¿Cómo arrancaste vos en el básquet?
. Mi papá jugaba al básquet. Hasta un tiempo después, dos o tres años después que yo nací, él siguió jugando, así que yo estaba todo el día al lado de la cancha, dando vueltas. Jugaba en Unión Central, mi club. Mi hermano más grande tuvo un período en el cual dejó de hacer fútbol y estaba sin hacer nada, entonces mi papá lo inscribió en el club de básquet y yo dije que también quería ir. Así que, más o menos a los cuatro años, empecé básquet en el Unión.

-¿Desde chico ya tuviste pasión por el básquet?
. La verdad que si, siempre me gustó. Muchas veces en enero, durante el verano estaba en el club tirando al aro con amigos o solo a veces. Siempre me gustó, siempre me divirtió, siempre busqué mejorar, hasta el día de hoy busco mejorar día a día. Pasión fue lo que nunca me faltó y espero que nunca me falte.

-¿Cuando empezaste a jugar, en tus primeros años, alguna vez se te cruzó jugar en el Asociativo, en Córdoba, en Argentina, irte afuera y empezar a tener una vida profesional?
. A la Selección de Córdoba ya se me hacía difícil verla porque una vez estuve y me cortaron al último, la verdad es que nunca me esperé a la Selección Argentina. El sueño de todo chico es llegar a jugar en altos niveles, jugar en la Selección, llegar a la NBA, pero hay muy pocos que lo cumplen porque es muy difícil. Nunca pensé llegar a la Selección Argentina y menos con la edad que tenía en ese momento.

-¿Qué recordas de ese momento, cómo lo viviste?
. Me estaba por ir al colegio y mis papás están separados, entonces mi papá viene a la casa de mi mamá y me 'tenemos que hablar Iván'. Sinceramente pensé que me había mandado una cagada, imagínate que tenía 14 años. Me cuenta lo de la Selección y me largo a llorar mal. Sabían todos, mi papá, mi mamá, mi hermano, solo yo no sabía.

-¿Cómo fue esa primera experiencia, el CeNARD, ponerte la camiseta de la Selección Argentina por primera vez?
. Fue difícil porque era una etapa de post pandemia pero todavía estábamos todavía encerrados, recién se estaban liberando algunas cosas. Fue muy lindo vivirlo por primera vez y lo volvería a vivir mil veces más. Creo que eso me motivó a seguir mejorando. En un punto fue: ‘Llegaste hasta acá porque te esforzaste. No pares ahora. Seguí, seguí, seguí’. Creo que me motivó a seguir trabajando un poco más como también fue una alegría poder decir: 'me esforcé y por eso llegué hasta acá’. Otra cosa que me pasó es que no tenía pensado quedar en esa selección, era dos años más chico, mucha diferencia física, había crecido hace poco así que era todavía medio tosco, no me lo imaginé nunca. Pero ya estar en la preselección había sido un orgullo tremendo y una cosa soñada.

-Jugaste en Argentina con la Selección, ¿Cómo lo viviste?
. Muy lindo. Si bien viajar es lindo porque conocés nuevos países, nuevas culturas, creo que jugar un torneo en tu país es otra cosa, tenés a toda tu gente cerca, hinchas que hinchar por vos, es mucho más lindo. Me gustó mucho la experiencia de jugar en Argentina.

-Fueron, más o menos, dos años de explosión tuya. Con el avance de tecnología, tuviste una exposición mediática grande con muchos rótulos, con muchos adjetivos calificativos muy grandes sobre vos. ¿Cómo fue encontrarte con todo eso de golpe?
. Al principio no es que me chocó, sino que era como que era muy pesado, mucha carga. Cada tanto me frustraba. Con el tiempo no es que me acostumbré, como que dejé de darle tanta importancia. Ahora como que leo las notas sobre Iván Prato y no lo tomo como que soy yo, como que me abstraigo de esa persona. Hay que aprender a vivir con eso porque sino es una carga muy grande. En una parte no somos todos lo que se publica en redes. No sos tan bueno cuando haces cosas buenas ni sos tan malo cuando te va mal. Tenés que tener una idea de quién sos y mantenerte en ese rango del medio.

-¿Crees que el hecho de irte a Italia, salir “un poco del mapa”, no lucirte tanto, las redes tanto no te siguen, te sirve para abstraerte un poco de todo esto?
. Sí, creo que me ayuda un poco a salir de las redes, pero si quieren me pueden seguir acá como lo hacían en Argentina. La realidad es que salí de Argentina buscando mejores en mi carrera, en mi desarrollo y acá en Varese las conseguí: mejor entrenamiento, mejor nivel del torneo. La verdad que estoy muy contento.

-Te busca el equipo de Luis Scola, uno de los mejores jugadores argentinos y del mundo de la historia. ¿Cómo viviste esa situación?
. Al principio fue un poco chocante. La primera comunicación que tuve con Luis fue en el Sudamericano que juego con Tomi. Lo saludé, hablamos un ratito con él. Y sinceramente, es como chocante porque sabes que es él, todo lo que hizo, entonces es como fuerte, movilizante. Pero me llena de orgullo estar con él en Italia y aprender con él.

-¿Entrenas con él?
. Sí, sobretodo cuando Luis tiene tiempo. Pero la verdad que soy muy agradecido cuando entreno con él y cuando no también porque hay un grupo de entrenadores muy bueno.

-¿Cómo son esos entrenamientos con él, sobretodo para vos que jugas en el juego interno y él fue un especialista en el juego interno?
. Hoy por hoy, personalmente, estoy buscando un cambio de posición, pasar a buscar de cuatro pero con posibilidad de jugar afuera, como Nocioni o Deck. Entonces los entrenamientos son un rato afuera, un rato adentro, trabajo de pies, lanzamiento, mucho. Me gusta mucho como se trabaja acá, hay un staff de trabajo muy bueno. La verdad que estoy muy contento.

-¿Cómo va la adaptación a Italia?
. Bien. Con los chicos estoy bien, con el club, la sociedad, la verdad que muy bien. Estoy muy contento. Con el idioma me manejo bastante bien, es lo que más cuesta, pero lo voy llevando.

-¿El hecho de que haya varios argentinos en el equipo y en el club, ayuda?
. En una parte sí. Pero en otra no tanto. Por ejemplo, cuando entreno en mi categoría el único que está es Tomi Scola pero cuando tenemos que hablar con el equipo, no solamente con él, estamos hablando en italiano. Algunas cosas mejora mucho, pero en otra es igual digamos. Pero, en general es una ayuda muy grande estar rodeado de argentinos.

-Ahora con la Selección Argentina tenés el Sudamericano U17, ¿cómo te preparas?
. Esta semana fue complicada, tuve partido lunes, martes, miércoles y jueves, el viernes viajo a Argentina así que estuve muy metido con eso. Además me sirve para no tener tanto la cabeza en eso y los presentimientos. Voy a llegar, voy a entrenar, voy a dar lo mejor de mi y ojalá pueda quedar, eso es lo que deseo. Si no quedo, lo voy a ver como un aprendizaje más y como para volver y seguir mejorando, para la próxima vez quedar. Si quedo, volver y mejorar también para la próxima vez, quedar de nuevo, porque no es que si quedás una vez, vas a quedar siempre.

-¿Sentís que sos un referente dentro de esta camada por la experiencia que tenés?
. Me siento como que soy yo y nada más. Si alguien de la Selección me quiere tomar como referente, es buenísimo. Pero yo voy y trato de ser uno más, soy uno más, sin llamar la atención, voy a trabajar, a hacer las cosas que me corresponden. Creo que hay muchos chicos que ya estuvieron en Selecciones, podría ser uno pero yo no lo creo. Creo que si hay un referente es Thiago Sucatzky, que si bien ya jugó en la Selección es 2006. Al igual que Nico Petri, que es 2006 y jugó un Mundial. Feli Minzer también. Creo que tenemos gente que ya jugó en la Selección y eso también ayuda mucho y nos da experiencia.

-¿Cuáles son los objetivos para el equipo?
. El primer objetivo y el principal es clasificar al Premundial. Luego de que logremos eso, vamos a ir a buscar el título.

-¿Cómo ves este éxodo de argentinos jóvenes que se van a Europa sin pasar por Liga Nacional?¿Por qué es la elección de irse?
. Obviamente, hablando por mi parte, la elección de irme es buscar otro trabajo que allá no tenía, otra vida, otros desafíos. Creo que muchas de las decisiones que se toman es por esto, buscar ligas mejores, más competitivas. Acá, con las ligas regionales, ya hay mucha diferencia. En mi región tengo a Olimpia de Milano que es muy fuerte, el Derthona que es una de las grandes potencias en Italia, entonces hay un cambio importante.

-¿Cuáles son tus sueños, tus objetivos a largo plazo?
. El sueño de todos es llegar a la NBA, inclusive el mio. A lo mejor es un sueño que lo cumplen muy pocos. Un objetivo a corto plazo es mejorar todos los días un poquito. Luego mi objetivo en este momento, a largo plazo, es jugar en el mayor nivel posible y ser el mejor jugador posible en ese nivel que me toque.  

Federico Radulovich / [email protected]
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