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Patricio Garino tuvo unas formativas ligadas a la Selección Argentina, jugó Sudamericanos, FIBA Américas y mundiales también, teniendo con eso chances de podes participar luego en campus internacionales. Así que fue tuvo la chance de asistir a uno y tras ese evento, le llegó la oportunidad de ir a estudiar y jugar al básquet a Estados Unidos, caminó que tomó y que finalizó con una gran estadía en la Universidad de Gerorge Washington.

Allí tuvo cuatro años muy buenos, con medias de 14 puntos por encuentro y casi cinco rebotes en una universidad que no era de las de mayor relieve en la NCAA, pero con la que se dio el gusto de ganar el segundo torneo en importancia por detrás del Mach Madnees, el NIT (National Invitation Tournament), siendo el primero y el único que posee la Universidad de Geroge Washington.

En una charla distendida con Doble Doble Podcast, conducido por Nicolás Landi y Nacho Barrón, Pato contó detalles de su año sénior en la universidad y la metodología de entrenamientos previos al draft, los famosos workouts donde los jugadores se muestran en las franquicias para luego ser seleccionados.

“En nuestra universidad hacía 18 años que no venían scouts de la NBA a ver entrenamientos, así que cuando aparecieron aquella vez tomamos dimensión de que podíamos tener chances. Nosotros estábamos disfrutando la última etapa del básquet colegial, pero a su vez sabíamos que había que estar enfocados porqué se estaba jugando nuestro futuro”, recordó.

“Una vez terminado el año lectivo donde nos fue bien y con la Universidad ganamos el segundo torneo más importante después del Mach Madnees, mi agente me puso en claro la situación y me dijo “no estamos en una universidad grande, hay muchos chicos europeos más jóvenes, siendo sénior también acorta un poco las posibilidades. No creo que te vayan a draftear, pero si logramos picotear tres o cuatro entrenamientos previos vamos a estar bien’”, agregó el nacido en Mar del Plata.

Todos los jugadores que hoy son estrellas de la NBA pasaron por eso que contó Pato de los workouts  y la gira que hacen es cruda con prácticas por las mañanas y vuelos a otra ciudad por la tarde y así por varias franquicias. La situación de Pato parecía ser más tranquila en un principio viendo si al menos podía conseguir uno pero…”Después de lo que me dijo el agente me llama a los tres días y me dice ‘Pato mañana te vas a Boston’. Me sorprendió la rapidez y así como quien no quiere la cosa tuve 15 entrenamientos con distintas franquicias, fue una locura viajar y entrenar por todo Estados Unidos”.

Tras esa introducción cautivante en la charla con muchos detalles, Pato contó la infidencia de que iba a ser drafteado en el puesto 58 por los Brooklyn Nets, pero a último momento, por consejo de su agente, quitó su nombre del daft para no quedar atado una franquicia y ser agente libre, dado que si lo elegían lo más probable era que no lo utilizarán y quede como mínimo tres años con sus derechos en Brooklyn.

La razón por la que los Nets se fijaron en Pato y querían al menos tenerlo en consideración adquiriendo sus derechos, el mismo protagonista lo contó y se le ocurrió una comparación elocuente para que se entienda como le había ido en el workout. “En Brooklyn fue justamente mi mejor entrenamiento de todos los que tuve, hicimos un ejercicio de 101 tiros y creo que terminé metiendo como 90, una locura. Ahí fue cuando los de franquicia dijeron este es el próximo Klay Thompson, se la creyeron toda y me quisieron draftear”, expresó entre risas.

Garino en estado puro, con la simpleza y la humildad como bandera, el Pato y su historia de cómo casi llega a ser elegido en el draft del 2016.

Mauro Osores / [email protected]

En Twitter: @osoresmauro