Basquetplus.com

Las evaluaciones previas al NBA Draft de Kobe Bryant y Allen Iverson que hicieron los scouts fueron simplemente increíbles. De tan buenos que eran, los reclutadores tuvieron que ponerse minuciosos (y creativos) para encontrar defectos en sus juegos, pero también en sus personalidades, que es algo que en los últimos años influyó muchísimo y que antes no se ponía tanta atención. Por eso las revisiones de ese tipo fueron un preludio y aún visto de forma contextualizada no deja de sorprender.  

Kobe era un crack total en el sector anotador, pero el riesgo era que venía directamente de la secundaria (Lower Merion High School) y que no les caía muy bien a sus compañeros porque no le gustaba pasar el balón.  

En cuanto a Iverson, la primera selección general del draft de la NBA de 1996, tenía una velocidad excelente y era un anotador muy capaz al igual que Bryant. Sin embargo, su punto débil era que, a diferencia de Kobe, detestaba entrenar y por eso se escribe explícitamente que verdaderamente odiaba las prácticas.  

Todas las dudas se disiparon cuando ambos se presentaron al rectángulo de juego. Kobe se caracterizó por su explosión atlética y Iverson por un crossover épico a Michael Jordan, en donde sentó las bases de lo que después sería un estilo sumamente callejero. 

Esta noche se celebrará el Draft 2020 y siempre es bueno recordar cómo fue el pasado. Las evaluaciones en la actualidad poseen un sinfín de aristas que en 1996, el sorteo en el que llegaron los dos escoltas, eran impensadas.

No obstante, ese tipo de informes potenciaron a los de la actualidad y quizás Kobe y Allen, que en esta época los tildarían de problemáticos en cierto punto, no hubieran sido lo que fueron, o tal vez sí. Imposible saberlo. Mejor pensarlo y saborearlo.  

Ignacio Miranda/ [email protected]
En Twitter: @basquetplus
En Twitter: @nachomiranda14