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“Seamos realistas, pidamos lo imposible”

El filósofo Herbert Marcuse estaba convencido de su reclamo y así lo expresó en la primavera francesa un día que no fue cualquiera en 1968. La manifestación estudiantil demandaba el fin del capitalismo y la disipación del consumismo y aquel intelectual, con su visión, dejaba en claro que el movimiento se encontraba completamente alejado del tradicionalismo de los protestantes obreros y campesinos en décadas anteriores.

Disruptivo, fuera de contexto, divergente… Esa frase también serviría en la actualidad para analizar el desembarco de Facundo Campazzo en la NBA. Su debut en playoffs dejó muchas cosas buenas y otras a mejorar, siempre con la certeza de que su margen de progreso puede continuar en ascenso, con la resiliencia que lo caracterizó desde que esa época en la que algunos decían que su altura le negaría el sueño del profesionalismo.

A horas de su primera participación en las semifinales de la Conferencia Oeste ante los Suns, es momento de poner en contexto esos aspectos en los que todavía puede elevar su nivel, partiendo desde el tiro exterior y adentrándose en los ataques al aro y la defensa ante los portadores de balón del elenco de Arizona.

Lanzamiento de tres puntos
El argentino había arrancado tirando de tres de excelente forma en la llave ante los Blazers. Solo falló uno de sus tres intentos en el primer encuentro en el Ball Arena y dos de cuatro en el segundo, también de local. ¿Cómo llegaron esos tiros? Desde los codos y el eje, dos lugares que le costaron mucho en la temporada regular.

Pero todo cambió tras esos dos primeros encuentros, lanzando 2/6 en el tercero, 2/7 en el cuarto, 0/2 en el quinto y 1/4 en el último. Además, modificó el patrón por completo a partir de los juegos en Portland y finalizó la serie más eficiente desde las esquinas (1/2 desde el córner derecho y 2/3 desde el izquierdo) que desde el codo y los ejes, errando 15 de sus 21 intentos.

Foto: Stat Muse

Otro dato a considerar es que directamente todos esos lanzamientos anotados llegaron tras un pase previo, por lo que todavía no pudo fabricarse sus propios tiros de tres, algo que sería interesante de ver en la llave ante los Suns, especialmente por la capacidad que tiene el argentino de generar tras el dribling y que todavía no pudo demostrarlo con énfasis en la NBA, ya que en la regular solo el 24,5% de sus intentos desde el codo y los ejes se produjeron sin una asistencia de un compañero.

Ataques al aro
Como con el tiro de tres, el argentino presentó una irregularidad marcada. Sin embargo, al contrario de lo que ocurrió con la larga distancia, Facundo cerró bien la llave en este apartado, anotando su único ataque al aro en la zona restringida en el último encuentro y uno de tres en el juego anterior para quedarse con un correcto 2/4.

No obstante, el cordobés sufrió el hostigamiento de la protección en la pintura que ofreció Nurkic, al igual que Covington y Powell. En la zona restringida registró 6/14 en la serie (42.9) y 0/1 en la pintura (no zona restringida), con el dato positivo de que el 83,3% de esos tiros en el primer apartado fueron generados por él mismo.

Contra Phoenix el tamaño de los interiores será igual al de Portland, ya que DeAndre Ayton, Dario Saric, Jae Crowder, Mikal Bridges, Cam Johnson y compañía se especializan en cubrir la pintura y molestar todos los tiros posibles. Campazzo, otra vez, tendrá un desafío y ojalá pueda solucionarlo mejor que en la anterior llave, aprovechando su velocidad y control de los tiempos.

Defensa ante los portadores del balón
En la temporada regular los guardias rivales le anotaron a Campazzo un promedio de 6,0 puntos, a la vez que repartieron 1,7 asistencias y perdieron 1,4 pelotas durante 6,0 minutos y 23,3 posesiones parciales por juego. Esa media de tantos, como era predecible por la mayor calidad y concentración de los basquetbolistas, se acrecentó a 12,2 ante los Blazers, y mucha parte de la culpa la tuvo Lillard, que le convirtió 16 unidades en el primer encuentro.

Lo mismo sucedió en el segundo, en el que Damian le anotó nueve unidades, con 75,0% en tiros de campo (3/4) y 100% en triples (3/3). Por ende, a partir del tercer encuentro el cordobés empezó a defender a los otros guardias, más posicionados como escoltas que como bases.

La tarea de Campazzo en esos partidos fue notable, pero cada vez que quedó emparejado con Lillard no pudo contenerlo y solo en el quinto choque el de los Blazers no pudo anotar cuando fue defendido por Facundo, durante apenas 0:18 segundos.

Por ende, será interesante ver cómo el exjugador del Real Madrid ajusta contra Chris Paul, quien no tiene el mismo rango de tres que Lillard, pero sí la tendencia a irse sobre su perfil derecho para aplicar el side-step o el step-back que le permita generar espacios en la media o larga distancia. Y no solo eso, como se ve en su mapa de calor, también busca castigar cerca del dunker-spot (las dos áreas justo fuera de la pintura a lo largo de la línea de fondo).

¿Cómo lo hará Campazzo? Falta poco para verlo. Los detalles son leves fisuras y su figura seguro resolverá las dudas. Como en Municipal, Peñarol, Murcia o Real Madrid, allí donde no se vea dominante su estatura, el cordobés estará a la altura.  

Ignacio Miranda/ [email protected]
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