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Chris Paul y Facundo Campazzo, dos guardias que se eximen del prototipo que dice que todos los basquetbolistas deben ser altos para tener éxito en este deporte. Dos disruptivos, dos perros de presa que año a año se encargan de demostrar cuán equivocados estaban los que no daban un peso (o dólar) por ellos.

A partir de mañana ambos se verán otra vez las caras con sed de revancha y buscando el primer triunfo de lo que promete ser una semifinal atrapante, épica y pareja hasta el último respiro. Ambos elencos llegan de similar forma y también estos dos guardias, uno conviviendo con el dolor de una lesión y el otro con una leve reducción de minutos.

Así y todo, darán hasta lo que no tienen para rendir y ser importantes para sus equipos. Lo demostraron cuando se enfrentaron entre ambos, durante tres duelos en la temporada regular entre los Suns y los Nuggets.

¿Cómo les fue? El norteamericano promedió 17,7 puntos, 11,3 asistencias y 6,0 rebotes contra Denver en esos encuentros, mientras que el argentino arrojó medias de 1,0 tantos, 1,0 entregas y 0,3 robos en dichas presentaciones.

Por otro lado, la cronología de este enfrentamiento tuvo un cambio rotundo desde el segundo encuentro. La razón reside en que Campazzo se enfrentó a Paul en su quinto encuentro de la temporada regular, cuando todavía estaba adaptándose.

El resultado, todos lo saben, fue negativo para el argentino y sumamente positivo para el yanqui, que lo atacó en tres de cuatro posesiones y anotó seis puntos en ese lapso. Sabía que tenía que probarlo y ni siquiera precisó de cortinas directas o movimientos, sino que pidió los aclarados y liquidó desde la media distancia o llegando al aro para ganar la falta.

Todo cambió en el desarrollo de los encuentros siguientes, cuando el argentino hizo el ajuste de ir a presionarlo desde que recibe el balón. Primero buscó vulnerarlo tras aclarados, luego desde el poste medio y finalmente con picks directos. Le costó siempre y solo le pudo marcar dos tantos más durante ese y el otro choque en el que compitieron.

Presión al balón sin necesidad de hacer la falta, incomodar la visión para las asistencias y agresividad al recibir los contactos, el argentino dio un paso al frente luego de ese recibimiento despótico de CP3. Así fue que en 3:20 minutos de defensa en los tres juegos (11,4 posesiones parciales), el cordobés le provocó una pérdida y solo le permitió una asistencias.

Además, Paul anotó tres de sus seis intentos de tres (50,0%), falló el único triple que logró tirar ante la defensa de Campazzo y no consiguió ir a la línea de libres tras ese intento en el primer partido. 

Los playoffs son otra cosa, está claro. Nadie más inteligente que Chris Paul para entenderlo y realizar los ajustes, sobre todo por lo que le viene costando a Campazzo en playoffs ante los guardias como Damian Lillard.

¿Emparejará Malone al argentino con Chris Paul? ¿Preferirá ponerle enfrente alguien más grande? Mañana, a las 23, la pregunta será respondida. Las expectativas están latentes y la mesa, como siempre, servida. Campazzo irá en busca de su próxima osadía. 

Ignacio Miranda/ [email protected]
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