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A diferencia del encuentro de ida, Platense arrancó con mejor ritmo y una confianza muy distinta, que la construyó con el pasar de la temporada. El local obtuvo la primera diferencia del duelo con un 6-2, pero con el pasar de los minutos le fue constando mantener la delantera. La idea de juego estaba puesta en la pintura, generar desde afuera hacia adentro con penetraciones, picks and roll y circulación de balón. Sin dudas los destacados fueron Sebastán Morales con 9 puntos, Alloatti y Owens (con 4 tantos cada uno). Pero el gran dinamismo que presentó Olímpico, junto al juego externo (4/8 en triples en el primero) fue superior a la defensa del Marrón, que provocó que se le escape el primer parcial por 17-25.

En el segundo cuarto la sintonía tuvo leves cambios. El conjunto santiagueño continuó alargando su poderío ofensivo hasta distanciarse por 12 puntos. No obstante ello, Tense no se quedó de brazos cruzados y fue en busca de una mejor defensa y un ataque más organizado. Los puntos de Owens (9 en el apartado) y Barrales (5), le sirvieron para acercarse a 6 de diferencia y tener un mejor horizonte con poco menos de cinco minutos por jugar. La mejoría duró poco, ya que la visita volvió a ser lapidaria con el triple y el juego en equipo para hallar el mejor tiro. El resultado al descanso quedó en 34-44 favorable al Negro Bandeño.

Para la segunda mitad se esperaba una reacción de los dirigidos por el Cholo Vazquez, que se la vio en los primeros momentos, pero no duró mucho. Olímpico nuevamente marcó la diferencia con sus figuras como Clarck (9 en el apartado), Lema (8) y la combinación interna Hure-Acuña (7 tantos) hasta llegar a una máxima de 18 puntos y luego cerrar el periodo por 56-74 en su favor. Los de Vicente Lopez tuvieron serios problemas en desplegar las armas en zona delantera, pero le costó aún más en el otro costado debido a la falta de las participaciones de Nicola Pomoli y Stan Scott por lesión.

Al ultimo y definitorio el equipo de Leonardo Gutiérrez siguió siendo jerárquico hasta obtener una máxima de 21 puntos. Luego, el Cholo puso en cancha a las fichas más jóvenes y le dio más minutos a algunos jugadores en forma de cierre del partido, pero las energías renovadas dieron un impacto y reacción positiva. En un abrir y cerrar de ojos, la actitud del Calamar fue totalmente distinta y achicó la diferencia a 8 tantos con tiempo para una posible remontada. Por ende, Leo Gutiérrez rotó algunas fichas y buscó manejar los tiempos para cerrar el duelo en 78-88.

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