Especiales

La increíble historia de Latraius Mosley

09:22 09/10/2021 | Llegó directamente de Estados Unidos para jugar un provincial en Mendoza. Poco a poco fue creciendo y ahora es una estrella de Atenas y la Liga.

Mosley es el segundo máximo anotador del Súper 20 (Foto: La Liga Contenidos)

¿Alguna vez pensaste en tu destino? ¿Estás haciendo exactamente lo que soñaste? ¿Sos feliz? ¿Te sentís satisfecho? ¿Qué cambiarías de tu vida? ¿Qué dejarías?

Pocas personas logran encontrar una vocación y trabajar de su pasión. Hacer lo que amás es tan difícil como inverosímil y que eso sea redituable y te permita dedicarte al 100% es algo con lo que la mayoría sueña.

La cantidad de seres humanos que lo consigue es ínfima y Latraius Mosley es uno de ellos. Siempre supo lo que quería. Siempre.

“Jugábamos con mis amigos, hermanos y primos todo el tiempo al básquet, hasta que nuestras mamás nos llamaban para comer. No practicaba otros deportes porque podía lesionarme, tampoco me generaban mucha atención”, recuerda el foráneo de Atenas.

Entre las canchas de la calle en Athens, Alabama, hasta el colegio en Tanner High School, Latraius fue forjando sus primeros pasos y tras graduarse en 2009 decidió marcharse al otro lado del país para disputar la NJCAA con Northwest Florida State.

Un año en ese lugar y seis en el periodo universitario en total, se llevó una orientación en negocios y un plan de salida para el día que se retire del básquet.

Su camino no fue fácil, pero desde ese momento empezó a ser un trotamundos. “Hice una gira por Asia y después jugué en ligas semiprofesionales de Estados Unidos como la Drew League (Citi Team Blazers)”, cuenta Mosley, mientras la carrera comenzaba a dar un giro de 360 grados...

“Tengo un equipo en Mendoza, Argentina”, le dijo su agente. “Listo, vamos”, esbozó Latraius sin dudar. Corría el 2018 y firmó con el Club Atlético San Martín para jugar la Superliga.

“Llegué en un avión directo a Mendoza. Era la una de la mañana y no hablaba ni una frase en español. Me llevaron a cenar, algo a lo que no estaba acostumbrado en Estados Unidos, y después empecé directamente a jugar”, dice todavía entre risas Mosley, que en ese provincial promedió nada más y nada menos que 24,1 puntos y 7,9 rebotes.

Gracias a ese gran primer impacto le llegó una oferta de Rivadavia y, a pesar de las dudas sobre su físico, silenció rápidamente los pronósticos negativos y dejó que su básquet hable por él. 16,8 tantos, 7,8 atrapes, 2,4 asistencias… Era imparable.

Por si eso fuera poco, fuera de la cancha abrazó la cultura argentina de inmediato. Aprovechó la pandemia para aprender castellano con una profesora por YouTube y en la actualidad no tiene problemas en hablar de la siesta, la actualidad del país o cualquier otro tema en español.

“Cuando jodemos entre nosotros y lo molestamos se hace que no comprende nada, pero después te mira como diciendo ´entendí todo´”, cuenta un conocido suyo de Atenas, su actual club.

Aunque antes de llegar a Córdoba fue Libertad el que le puso un ojo y después de la pandemia lo contrató. Mou tuvo que adaptarse con celeridad: “Es una liga muy física y, sobre todo, más técnica y táctica que el resto. Todo está planeado y diagramado, hay mucha estrategia”.

Terminó siendo uno de los extranjeros más sorpresivos de la temporada y otra vez volvió a dar el salto. Sebastián Saborido, actual entrenador de Atenas y excoach de Libertad, lo llevó desde Sunchales y éste respondió jugando el mejor básquet de su carrera.

En la actualidad es el segundo máximo goleador del Súper 20 y no se conforma. Va por más. “Quiero llegar a la Euroliga y competir con los grandes de Europa”, dice sin que se le queme la taza de café.

Se ríe, enamora, atrapa y destaca, con un talento indeleble y una personalidad cautivadora. Latraius Mosley, imposible olvidarlo. ¡Y recién está empezando! 

 

 

Ignacio Miranda/ [email protected]
En Twitter: @basquetplus
En Twitter: @nachomiranda14

Compartir