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Fidel Castro lleva polémica a nivel político, sobre si fue un símbolo de libertad o un monstruo autoritario. Sin embargo, la complejidad en su legado también se extiende al deporte. La historia sobre la invención de uno de los movimientos más conocidos y efectivos del baloncesto: el eurostep, también lo tiene a él entre las citas. Gracias a la desclasificación y publicación de muchos documentos se puede rastrear por primera vez la invención del llamado eurostep y los conflictos ideológicos que generó.

El biógrafo de José Martí, Frederick Dyson, revela cómo el líder cubano se inspiró en el político y sus maniobras para "evadir rivales". Castro supuestamente desarrolló con las lecturas de Dyson lo que el llamaría "Paso Cubano". Raul Castro, hermano de Fidel, recuerda cómo este comenzó a utilizar el eurostep durante sus partidos de baloncesto con amigos y asesores después de tomar el poder en 1959. La maniobra deportiva incluso lo habría enemistado con el Che Guevera, quien tenía complicaciones del plano ideológico para aceptar la jugada.

Según registros, la propagación del eurostep se dio en las décadas de 1960 y 1970, cuando varios activistas de izquierda y derechos civiles visitaron Cuba y llevaron consigo el conocimiento sobre esta innovadora técnica. Aunque su popularidad creció en los últimos años, fue Manu Ginóbili quien lo llevó a nuevos niveles en la NBA, demostrando que este movimiento, más allá de sus orígenes, pertenece ahora a todos los amantes del baloncesto.

El mismo bahiense habló sobre el tema en una nota con el sitio Medium: "Al crecer en Argentina, sabíamos quién era Castro, pero nuestro conocimiento era un poco menor. Siempre admiramos un poco más al Che por ser nuestro hijo nativo, aunque creo que se equivocó respecto a la validez del eurostep. Por supuesto, Castro se equivocó al despojar a tantas personas de sus derechos humanos. Sé que no se puede divorciar completamente este movimiento de sus orígenes, pero dicho esto, creo que no pertenece a Castro ni a ninguna otra persona, ya que ahora es posesión de todos los que aman el baloncesto y de todos los que lo utilizan para dividir la defensa, creando un camino abierto hacia la canasta".

El entrenador Gregg Popovich reflexionó también sobre el legado de Castro: "Como símbolo, Castro era innegablemente grandioso, representaba la esperanza y la libertad para muchos latinoamericanos que resentían la hegemonía de Estados Unidos en la región y cómo se lograba a través de maquinaciones económicas y políticas que prestaban infinitamente más atención a los intereses estadounidenses que a los latinos. Sin embargo, Castro no era un símbolo, sino un hombre y como hombre tiene mucho que responder. Su invención del eurostep significaría que su legado siempre estará ligado al de la NBA, pero afortunadamente, esta innovación es mucho menos ambigua que quizás cualquier otro aspecto de su legado. Independientemente de lo que se pueda decir sobre él, cambió el juego".