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Los rituales previos al juego son algo común en el mundo de los deportes, y la NBA no es una excepción. Cada jugador tiene su propia rutina única por la que pasan para entrar en el flujo correcto antes del juego. Algunos escuchan música, otros meditan y algunos incluso tienen una comida específica antes del juego que siempre comen.

Pero la leyenda de Seattle Supersonics, Gary Payton, dio un paso más allá y contó que comía en McDonalds antes de cada partido. “Solía ​​tenerlo en mente: ‘Si no como en McDonalds antes de mi juego, no voy a jugar bien’. Y eso fue todo." él explicó. Sin embargo, dado que llegó al Salón de la Fama, formó parte del All-Star nueve veces y ganó el título con Miami Heat en 2006, todo "debido a su preparación", es seguro decir que esta estrategia de funcionó para él.

“Solía ​​venir al gimnasio, meterme en el jacuzzi, pedirle al recogepelotas que me trajera un Big Mac, pedir papas fritas, McNugget de seis piezas y me sentaba en un jacuzzi y me lo comía. Luego salía del jacuzzi, me limpiaba la cara y la boca, dejaba todas las cosas allí para que otras personas pudieran recogerlas, y luego salía al vestuario a jugar”, recordó Payton.

Teniendo en cuenta que la temporada tiene 82 juegos, y antes de cada juego comía McDonald's, muchos entrenadores y personal a su alrededor estaban preocupados por su salud física. Payton los convenció de lo contrario, y les aseguró que todo desaparecería de él, ya que estaba en la cima de su juego. "Dirían, 'Gary, te vas a enfermar', y yo diría, 'No, no me voy a enfermar, voy a quemarlo corriendo en la cancha'", concluyó GP.