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En el inmejorable escenario del Mundial 2023, Carlik Jones estuvo a punto de romper los registros. El jugador de Sudán del Sur, estuvo a tan solo un rebote de lograr el primer triple-doble en la historia de este campeonato internacional.

En el enfrentamiento contra Filipinas, Jones lideró a su equipo hacia la victoria con un marcador de 87-68. Con 17 puntos y 14 asistencias en su cuenta personal, Jones demostró su capacidad para impactar en múltiples facetas del juego. Sin embargo, estuvo a solo un rebote de completar el histórico logro del triple-doble, manteniendo a los espectadores al filo de sus asientos.

A los 25 años de edad, Jones es un jugador con todo por demostrar. Con un contrato dual que le permite jugar tanto con los Chicago Bulls como con el equipo filial de la G League, Windy City, Jones dejó en claro por qué es el actual MVP de la liga de desarrollo de la NBA. Con un impresionante promedio de más de 23 puntos y 7 asistencias por partido, Jones tiene nivel para competir a nivel de élite y está listo para dar el salto a la NBA.

Desde una edad temprana, enfrentó desafíos de salud, siendo diagnosticado con craneosinostosis, una afección que afecta las articulaciones fibrosas que unen los huesos del cráneo. A pesar de esto, Jones proveniente de una familia deportista, perseveró y finalmente se destacó en el baloncesto universitario, jugando en instituciones como Radford y Louisville.

Después de un tiempo en las filas de los Texas Legends, el equipo afiliado de los Dallas Mavericks, Jones siguió labrándose un camino en el básquet profesional. Ahora, como líder integral de la selección de Sudán del Sur en el Mundial FIBA, dejó una impresión imborrable.

Aunque Jones no logró completar el triple-doble en esta ocasión, su desempeño sobresaliente en el torneo lo coloca como una figura a seguir y un jugador que está en camino de marcar una diferencia en la cancha de baloncesto a nivel mundial.