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Es sabido que Chamberlain tiene algunos de los récords más absurdos en la historia de la NBA. El gigante que supo vestir la camiseta de los Lakers y Warriors es dueño de ciertos logros que, siendo honestos, serán imposibles de replicar realísticamente, considerando la igualada época de talento en la que vivimos. 

Sin embargo, un récord que si se rompió en el básquet europeo fue su marca de 100 puntos. Claro, no fue en la NBA, pero con el baloncesto FIBA teniendo uncluso menos tiempo de juego, la actuación de Drazen Peetrovic quedó ciertamente en la historia, más aún pensando en que jugaba en una de las ligas más renombradas, para uno de los países más exitosos internacionalmente. 

Un joven Drazen Petrovic de 20 años transitaba la Liga de Yugoslavia, previo a su salto hacia la NBA. Petrovic, que militaba para el Cibona Zagreb, actualmente en Croacia, estaba a 4 años de saltar a la liga estadounidense, en 1989. Por ese entonces, corría el año 1985 y el joven talento ya era toda una estrella local. Ese año, Drazen y el Cibona campeonó en la liga y copa local, además de obtener lo que en este momento sería la Euroliga, llamado Copa de Europa. 

Un 5 de octubre de 1985, el Smelt Olimpija, que hoy juego en Eslovenia, se enfrentaba al Cibona. Nadie sabía que esa noche sería la más extraordinaria demostración de anotación en la historia. El Cibona tuvo un partido realmente simple, con un marcador de ¡158-77! al final de la bocina. Lo más destacado no fue eso, sino su estrella Petrovic: con 112 puntos, batió un récord histórico en una liga profesional, del primer nivel. Anotó 40 de sus 60 tiros de campo, con un 10 de 20 en triples. Para la época, era un récord y algo realmente impensado de intentar. Además, anotó 22 tiros libres consecutivos. 

Drazen Petrovic luego ganó otra Copa de Europa y la liga de Yugoslavia al año siguiente, con una Recopa de Europa antes de partir en 1988 al Real Madrid. Ciertamente, dejó su marca en los libros de la historia.