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El equipo de Canadá se enfrenta a desafíos en el contexto FIBA, pero muestra buenas sensaciones. La conjunción en poco tiempo es crucial, especialmente bajo el liderazgo de Jordi Fernández en su debut como entrenador principal en este nivel. La ausencia de un base claro debido a la baja de Jamal Murray podría ser un desafío, aunque Shai asumió ese rol. El equipo demostró juego ofensivo perimetral al puro estilo NBA que sus jugadores respiran. Algunas dudas persisten en el tiro exterior y la fiabilidad de ciertos jugadores para el ámbito FIBA. El primer partido contra Francia y la presencia de Letonia en el grupo añaden presión.

La estrella del equipo es Shai Gildeous-Alexander, el escolta de Oklahoma City Thunder conocido por su capacidad para atacar el aro. A pesar de la falta de Jamal Murray, Shai es una referencia clave. RJ Barrett, alero de los New York Knicks, también destaca con su ventaja física en FIBA. El veterano pivote Kelly Olynyk y el versátil Luguentz Dort tienen roles importantes. Dillon Brooks aporta la rigurosidad defensiva y Dwight Powell, a pesar de su lesión, contribuye en la pintura. Nickeil Alexander-Walker se suma al perímetro. Melvin Ejim de Unicaja Málaga completa una plantilla de muchas variables

Está es otra oportunidad para desafiar su propia historia. Un país que año a año crece más en calidad basquetbolística, pero que nunca logró pisar un podio mundialista. Está ocasión tampoco la tendrá fácil. Un grupo con una potencia confirmada como Francia y Letonia acechando. Por su experiencia previa en el Mundial pasado, sabe que no puede fiarse de nadie y que las fases de grupo no son decorativas.