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Desde que se creó la Asociación de Jugadores de la Euroliga (ELPA) en 2018, muchos aspectos se modificaron en la competición. Sin embargo, una demanda crucial por parte de los basquetbolistas del certamen sigue pendiente.

Uno de los principales objetivos de la ELPA era crear el primer convenio colectivo entre los jugadores y los clubes de la Euroliga que, junto con la normativa del Fair Play Financiero, pudiera crear un certamen más sostenible.

“Necesitás tener un modelo que pueda ser sostenible o, de lo contrario, vas a terminar con una situación lamentable. Este año tuvimos ese ejemplo“, dijo el CEO de la Euroliga, Jordi Bertomeu, durante su reunión anual en la Final Four con la prensa, insinuando que se trataba del caso del Khimki.

El convenio regulará el panorama económico de los contratos de basquetbolistas de la Euroliga y, aunque la creación de alguna regla podría significar que las ofertas de la NBA sean aún más atractivas, es un paso que Bertomeu cree que debería tomarse: “Tenemos muchos jugadores que son capaces de competir en la NBA, pero hay que pensar en todos nuestros competidores y hacer las cosas más sostenibles. Después de todo, también tuvimos algunos que venían de la NBA, pero, por lo general, vemos titulares cuando los de la Euroliga se marchan a Estados Unidos y no al revés”.

Las negociaciones se retrasaron por la pandemia del Covid, pero existe un optimismo moderado y se cree que el convenio colectivo puede convertirse en una realidad más pronto que tarde y este podría terminar siendo el último verano sin uno.