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En el verano de 2015, el agente libre DeAndre Jordan dio a Dallas Mavericks su palabra de que se uniría al equipo. Se informó que el acuerdo era por cuatro años y por un valor de  80 millones. Sin embargo, más tarde se retractó de su acuerdo verbal con los Mavericks y volvió a firmar con los Clippers en el último minuto. A día de hoy, sigue siendo una de las sagas de agencia libre más extrañas en la historia.

DeAndre Jordan inicialmente accedió a firmar con los Mavericks en la agencia libre después de que la franquicia le ofreciera darle un mayor papel en la ofensiva. Esto fue informado el 3 de junio. Sin embargo, debido al período de moratoria de la NBA, el acuerdo no podría haberse hecho oficial hasta el 9 de julio. 

 DJ ya estaba teniendo dudas antes de que los Clippers intentaran recuperarlo. Cuando Los Angeles se enteró de esto, rápidamente se reunieron con Jordan en su casa en Houston para hablar. Según los informes, la reunión incluyó a Blake Griffin, JJ Redick y Paul Pierce, así como al entrenador, Doc Rivers. Tuvo lugar 12 horas antes de que Jordan pudiera firmar oficialmente su contrato.

El equipo no se detuvo en convencer a DeAndre Jordan con sus palabras. Según los informes, hicieron todo lo que estuvo a su alcance para evitar que volviera a hablar con el propietario de los Mavericks, Mark Cuban, y la oficina principal de la franquicia. Al parecer, el agente de Cuban y Jordan, Dan Fegan, intentó varias veces ponerse en contacto con su jugador, sin éxito.

Jugadores de ambas franquicias se pusieron a pelearse en una "batalla de emojis" en redes sociales mientras Jordan terminaba de cmunicar una decisión final, algo que fue impensado en el momento y decididamente muy extraño. Todos los esfuerzos de los Clippers dieron resultado, y el ex All-NBA regresó a la franquicia. De todas maneras, en 2018 sí terminó en Dallas, cumpliendo la fallida promesa de años atrás.