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“Free Brittney” rezaban las remeras de los jugadores de la NBA, mientras se disputaban las finales  para darle visibilidad a un caso que la tiene, pero que está lejos de resolverse para Brittney Griner, mientras continúa presa en una cárcel de Rusia. La jugadora de la WNBA en los últimos días le envió una carta al presidente de los Estados Unidos, pidiendo por su libertad y también para dejar sentado el terror que la acongoja por la situación que está atravesando privada de su libertad y en un país extranjero.

La pivote de 31 años se encuentra presa desde febrero, luego de ser arrestada en un aeropuerto de Moscú por posesión de aceite de cannabis y se enfrenta a cargos de hasta diez años de prisión. Al parecer en una jugada estratégica y diagramada en conjunto con el gobierno estadounidense, la jugadora optó por declararse culpable en las últimas horas en una instancia judicial llevada adelante en un tribunal de Khimkhi. “Acabó accidentalmente en mi bolso”, fue lo que expresó Griner para justificar la posesión de ese vaporizador, argumentando que el accidente se dio en un armado de valija bastante rápido y repentino.

Según fuentes oficiales, este giro de Griner en relación a su culpabilidad se debe a una estrategia por parte de su defensa en conjunto con el gobierno de su país en relación a acortar los tiempos, puesto que al fin y al cabo era pocas las probabilidades de eximirse en culpabilidad de los cargos a los que se la acusan y las negociaciones entre Rusia y Estados Unidos van por un carril paralelo en relación a intercambio de prisioneros.

El próximo 14 de julio será el día del veredicto de su juicio y se sabrá oficialmente cuanto tiempo de prisionera le deparará en Rusia y a partir de ahí se agudizarán las acciones de intercambio de presos entre los dos países para, en el caso de Estados Unidos, poder traer a la deportista de nuevo a su país y terminar con esta pesadilla en la que lleva metida más de cinco meses.