Basquetplus.com

Que la NBA haya aceptado incluir una especie de formato internacional dentro de su propia competencia no podría decirse que fue sorpresivo en cuanto a una visión conservadora de la Liga, pero sí en cuanto a que nunca pareció ver que podía incorporar desde fuera de los Estados Unidos algo deportivo que no fueran jugadores y talento. 

Sin embargo, la NBA, que analiza y administra toneladas de datos permanentemente para ver dónde puede avanzar un centímetro, sabe desde hace tiempo que cada vez se le complica más mantener el atractivo del torneo entre octubre y abril, época de la serie regular, donde la Liga no es tan seductora, todos regulan un poco y las opciones de entretenimiento se cuentan por decenas, todas en el más alto nivel premium.

Tras esta primera edición del In Season Tournament, o Copa NBA, las primeras conclusiones fueron positivas, por no decir muy positivas. Más allá de que terminaron teniendo suerte con la llegada de los Lakers a la Final (otra historia muy distinta hubiese sido con una definición Indiana-New Orleans), hay datos claros para entusiasmarse. 

El ejemplo 1 es que, durante noviembre, se produjo el mayor promedio de público a los estadios (18.208) de la historia para ese mes. Un efecto de que los partidos por la Copa tenían más llegada al público de lo que suelen tener. Aquí es donde fue clave el formato y que la Copa no se jugara por fuera de los 82 partidos de serie regular. Esto por un lado. Además, los partidos por TNT de la Copa en ese mes también tuvieron un 26% más de rating que los comparables del año anterior. 

¿Posibles cambios? Si tuviéramos que apostar por cuál podría ser el primero, diríamos que la NBA intentará de alguna manera aumentar la cantidad de partidos que se incluyan para la etapa común a todos, que en esta primera edición fue pequeña (60) y se acabó rápido, habiendo juego apenas 7 días alternados. 

Repetimos: la NBA no se quedará solamente con el sabor sobremotivador de la exposición lograda con los Lakers en Las Vegas. Para que esto crezca y sea cada vez mejor negocio, hay que pensar que, a diferencia de la competencia anual, pueden llegar a la definición equipos que tengan solo una buena racha de 10 días y no los que más convocan por tener a las mayores estrellas. Igual, hasta ahora les cerró por casi todos lados. Y la NBA, donde pone el ojo, pone la bala. Casi nunca falla.