Denver lo volvió a hacer con su Dios serbio y quedó a un triunfo del anillo
00:08 10/06/2023 | Jokic jugó un partido fabuloso, Gordon fue su aliado perfecto y los Nuggets derrotaron a Miami 108-95 para ponerse 3-1 y match point en las finales NBA.
Aunque el partido era más importante para Miami que para Denver, los Nuggets tenían tanto hambre por ganar este partido para irse a casa 3-1 y match point, como Miami el suyo para empardar la serie y poner todo una vez más en un mar de incertidumbre. No hubo manera para Miami. Denver controló el juego todo el partido con Jokic, Gordon y Murray, ganó 108-95 y se puso 3-1 arriba. El lunes, de local, podrá resolverlo y ganar el primer anillo de su historia.
Aunque Miami intentó de arranque llevar el juego a un partido ochentoso, de score bajo, juego extra físico y lucha en el barro, la realidad fue que Denver ya le demostró que se acomoda a todo y que, si está con las antenas paradas, rompe cualquier estrategia rival, con diferentes armas. Con Jokic anotando o pasando, con Murray rompiendo, con Gordon sacando ventajas físicas y con todos defendiendo a alto nivel.
La esperanza de Miami tras revertir un 11-18 en un 21-20 con un triple de Butler al final del primer cuarto, volvió a alimentar esa idea de hazaña que está en el aire desde que empezó esta serie, pero Denver se la pulverizó en el segundo período, con Gordon jugando 12 minutos de película, aprovechando todas las ventajas físicas que Miami le propuso, metiendo 15 puntos y llevando a Denver a una máxima de 9. Jokic se puso más en tirador, clavando 2 triples y obligando a sus defensores a ir a defenderlo lejos (dándole espacio a Gordon), y aunque Murray no entró en el circuito ofensivo como en el Juego 3, la diferencia de la visita quedó clara, aunque no suficiente, porque Lowry le dio la pimienta que necesitaba para revertir un estado emocional negativo, metió puntos, habló y logró que Miami no se cayera. De hecho, cerró bien el cuarto, 51-55, pese a comerse 35 puntos en el 2C contra 20 del primero.
Denver le cortó esa sonrisa provisoria a Miami con un excelente arranque de cuarto, entrando Porter en confianza con un par de cortes que le permitieron puntos fáciles, con Jokic volviendo a ser la pesadilla de Adebayo anotándole aunque la defensa fuera excelente, y con Murray intentando meterse más en la ofensiva con su uno contra uno. Rápido sacó la máxima (55-65), Miami tuvo un atisbo de reacción con dos triples seguidos de Love que le dieron cierta esperanza, pero el control total del partido estaba en las manos de un solo señor: Nikola Jokic. El serbio tuvo el juego todo el tiempo en su cabeza. Salvo un error grosero que cometió en el tercer cuarto (un pase cortado por Robinson que terminó en doble), luego siempre hizo la jugada correcta. Un ajedrecista maestro.
Miami era como esas películas en las que el muchachito bueno cae en un pantano y, cuanto más forcejea por salir, más se hunde. Le ponía voluntad, garra, coraje y los (no demasiados) recursos ofensivos que tenía, pero nadaba en un mar de dulce de leche tentación, más espeso todavía. Y eso lo frustraba una y otra vez, porque a una acción positiva, Denver la correspondía con otra igual o mejor, y conseguida mucho más fácil, casi sin esfuerzo (parecía). La herida supuraba cada vez más y así se llegó al último cuarto con Denver consiguiendo la máxima: 73-86.
Pero pasaron cosas. Miami salió a quemar las naves con Duncan Robinson corriendo como un loco buscando confundir a la defensa con su peligro inminente, pero se encontró con un regalo: cuarta y quinta falta de Nikola Jokic en menos de un minuto, lo que obligó a Malone a sacarlo. Faltaban 9m20s y ganaba Denver 86-76. Empezó otro partido. Sin el serbio, Miami tomó valor al ver que no estaba el Diablo enfrente, pero no consiguió lo que esperaba. De hecho, cuando Jokic volvió restando algo más de 4 minutos, la diferencia apenas había bajado un punto, 87-96. Nada.
Spoelstra ya no supo dónde buscar respuestas. Había sepultado a sus tiradores en la banca (Strus, Vincent), volvió a intentar con Lowry, Butler se puso en su clásica postura yo puedo contra todos, y Miami se encaminó lentamente a su preanunciada derrota, segunda en fila en casa, para viajar ahora a Denver 1-3, con un nuevo desafío: evitar el final de la serie en Denver. El partido terminó 108-95 para los Nuggets, con Jokic como figura central (23 puntos y 12 rebotes), pero con otros actores muy centrales: Aaron Gordon (27 puntos, 11/15 de cancha), Bruce Brown (21) y Jamal Murray (15+12 asistencias). Muchas variantes, demasiadas para un rival que tiene pocas, muy pocas.
Fabián García / [email protected]
Enviado especial a Miami, Estados Unidos
En Twitter: @basquetplus
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