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Argentina cerró una serie de 5 amistosos por Europa y terminó con buenas sensaciones a pesar de la derrota ante España. Una gira que incluyó tres victorias y dos caídas, pero lo más importante fue la búsqueda y desarrollo de una identidad que permita crecer de cara al futuro.

En este sentido, pegó duro la derrota ante Portugal en el primer juego, pero luego fueron de menor a mayor hasta luchar ante un equipo que jugará los Juegos Olímpicos como España. En el medio, hubo triunfos convincentes ante Gran Bretaña y Sudán, otro que jugará en París, mientras que la revancha ante los portugueses también fue con un buen triunfo, con la apuesta total a los jóvenes ya que en ese juego no estuvieron ni Facu Campazzo ni Nico Laprovittola.

Y la defensa fue la mejor noticia, con 70.4 recibidos y un rendimiento de menor a mayor. En este contexto, la recuperación de la plenitud de Patricio Garino es un contagio total, junto a la intensidad total de Facu Campazzo y el aporte interesante de Juan Pablo Vaulet.

“Tenemos una deuda pendiente con la defensa, nosotros, en el uno contra uno, en el pick and roll y, bueno, ya prácticamente la regla y los teóricos ya los tenemos. Ahora creo que lo práctico y meterle intensidad, meterle actitud, meterle también competencia al uno contra uno y demás, creo que eso es lo más importante y lo que venimos fallando en los últimos torneos, en que nos están metiendo muchos puntos” había contado Campazzo con Básquet Plus.

A su vez, por la ofensiva, Pablo Prigioni había contado: “Ofensivamente el equipo tenía una idea ya desde el año pasado que la empezamos a implementar. Estuvimos puliendo algunas cositas también del tema ofensivo, pero el gran foco es en el cómo queremos llegar a competir en todos esos compromisos que tenemos por delante en los próximos años”.

Por su lado, en ofensiva se profundizó la búsqueda del tiro de tres, con un promedio de 33 intentos contra 29 dobles, aunque habrá que sostener una cierta regularidad que no se encontró en la efectividad en estos partidos. Si fueron buenos los 14 triples frente a Sudán y los 12 ante Portugal.

Además de la recuperación de un Nico Laprovittola con grandes soluciones anotadoras y Nico Brussino con su versatilidad, los jóvenes dieron buenas muestras. Juani Marcos tuvo dos grandes juegos de cierre ante Portugal y España, tomando mayores responsabilidades. A él hay que sumar un Gonzalo Corbalán que cuando fue arma principal frente a los portugueses tomó grandes decisiones, aunque deberá seguir trabajando su tiro (0/7 en los 5 amistosos).

En la pintura aparecieron buenas variantes con Juan Fernández jugando de pivote definido ante la ausencia de Francisco Cáffaro en la concentración. Pero también Gonzalo Bressan aprovechó su oportunidad con buenos rendimientos en ofensiva, pero también aportando mucha presencia en defensa, al igual que Santiago Trouet, que tuvo menos minutos, pero su intensidad se vio en ese costado.

Un equipo al que le han faltado sumar a Leandro Bolmaro y Luca Vildoza, que no pudieron estar por sus equipos Olimpia Milano y Olympiacos, y también los casos de Cáffaro y de Lee Aaliya en la pintura. Además, Gabriel Deck, otra pieza clave, no estuvo por su lesión. Un trabajo que puede rendir a futuro y donde el comienzo de una identidad de juego definida se vio con el correr de los juegos.