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En la temporada 2016/17, la Asociación de Clubes tomó una decisión polémica: liberar la cantidad de extranjeros por equipo, o limitarla a 8, para ser correctos. A partir de ese momento, en un año donde el dólar era libre, sin cepo y sin impuestos, o sea, relativamente barato, la cifra de foráneos pegó un salto, sobre todo porque llegaron muchos jugadores en formación o buscando su chance desde países vecinos, sobre todo Uruguay, Venezuela y Brasil. 

En la 2015/16, última con 3 extranjeros, se habían usado 103 (recordemos que fue también la primera temporada con 20 equipos), mientras que en la 16/17 la cifra subió a 114 y en la 2017/18 se rompieron todos los récords históricos, al llegarse a 148. Pese a la caída económica y la vuelta del cepo, las dos campañas siguientes sigueron encima de los 100: 109 en la 2018/19 y 111 en la no finalizada 2019/20. 

La pandemia dio vuelta todo. Se hizo una temporada más corta en el tiempo, con menos partidos, en burbuja, y entre la economía devastada, más los inconvenientes para entrar o salir del país y demás, se produjo una caída gigantesca de extranjeros, pasando a solo 62 en la 2020/21. 

Este año, y aunque todavía falta bastante para poder realizar cambios, y teniendo en cuenta que tomaremos varios casos que no han debutado, la cantidad se ha recuperado notablemente, con una suba a fines de febrero de casi el 25%. Si sumamos los nuevos refuerzos de Argentino, Atenas, Boca, Hispano, La Unión, Olímpico y Quimsa, estaremos en 77 extranjeros. Y contando.

En ese contexto, hay algunos datos interesantes para destacar. Primero, que Atenas quedará conformado por 6 extranjeros y 2 argentinos mayores. Será el que más tenga. Después, los que más tuvieron y cambiaron:  Atenas está al frente con 8, Comunicaciones y Quimsa siguen con 7, Hispano y Obras tuvieron 6 y Unión de Santa Fe 5. Los dos santos (San Lorenzo y San Martín), los únicos que no han usado ninguno.